­Francisco Serrano, exjuez de Familia de Sevilla condenado a diez años de inhabilitación, dijo ayer que se siente víctima del «lobby de la violencia de género» y que en septiembre va a publicar un libro con su experiencia sobre esta «dictadura y las consecuencias para los que sufren sus dogmas».

En rueda de prensa, Serrano afirmó que la sentencia del Tribunal Supremo que le inhabilita durante diez años por prevaricación al cambiar el régimen de visitas de un niño le podrá apartar de la judicatura pero no de la Justicia, pues va a ejercer como abogado. «Prefiero ser un abogado libre que un juez esclavo», dijo Serrano, quien relató sus enfrentamientos con lo que llamó «el lobby feminista», que desde hace años, dijo, se planteó el objetivo de expulsarlo de la carrera judicial por su «pensamiento desviado en materia de violencia de género».

El juez reiteró que en el caso del niño a quien prorrogó un día y medio la estancia con su padre para salir en una procesión de la Semana Santa de 2010 en Sevilla «concurrían las circunstancias de urgencia y necesidad» que prevé la ley y destacó que el artículo 158 del Código Civil que utilizó «carece de regulación» sobre los supuestos en que se puede aplicar.

Tanto Serrano como su abogado afirmaron que la sentencia del Supremo supone «una vuelta de tuerca» a la presunción de inocencia «pues da por buenos meros chismorreos» y «altera los hechos probados» que declaró el TSJA en su sentencia, que lo condenó a dos años de inhabilitación frente a los diez impuestos ahora.

En especial criticaron la «exótica» nota de prensa divulgada por el Supremo al día siguiente de su sentencia, con la que le causan un «gravísimo perjuicio a su honor» al recoger datos falsos como que el juez asesorase al abogado del padre del niño.

Por otra parte, el abogado que denunció al juez de Familia pidió también que se abra expediente al abogado Joaquín Moeckel, que lo defendió en algunas causas penales, y a otros dos letrados que intervinieron en la causa. El abogado Iñigo Moreno Lara pide al decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo, la apertura de un expediente disciplinario contra Moeckel por presunta falta muy grave, pues le considera autor del «ardid procesal» que ha llevado a la condena de Serrano.