­La resaca del segundo debate televisivo protagonizado por los candidatos con representación parlamentaria (PSOE, PP e IU), que fue seguido el lunes por la noche en TVE por 540.000 espectadores, y la polémica sobre la eliminación de los aforamientos marcaron ayer la jornada de la campaña de las elecciones andaluzas.

Quedan tres días para que finalice la campaña y los candidatos incrementan su actividad mirando al viernes, el último día para pedir el voto e intentar convencer al 41% de indecisos que recogen las encuestas.

La jornada estuvo marcada por la resaca del debate televisivo y, en buena medida, por la propuesta lanzada en el plató por el candidato del PP-A, Juanma Moreno, de eliminar el aforamiento de los 109 diputados del Parlamento andaluz en la próxima legislatura.

En su primera comparecencia del día, la candidata socialista, Susana Díaz, apoyó esta propuesta e instó a Moreno a que llame al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para hacerlo en toda España. «Lo que no entiendo es por qué se negó Rajoy hace un mes, por qué [María Dolores de] Cospedal votó en contra, y ahora, un mes después, el PP andaluz dice que sí», señaló en declaraciones a los periodistas en Utrera (Sevilla), donde instó al PP andaluz a que «llame a Rajoy y, antes del domingo, que quede zanjado [este asunto] en toda España».

En su respuesta, Moreno denunció que Díaz está buscando «coartadas» para no eliminar el aforamiento, porque «no le gusta hablar de Andalucía ni siquiera asumir su responsabilidad en Andalucía». A nivel nacional, recordó, «habría que cambiar prácticamente la Constitución», mientras que en la comunidad «solamente hay que cambiar el Estatuto de Autonomía».

Mucho más gráfico fue el candidato de UPyD, Martín de la Herrán, que no participó en el debate y aseguró que la propuesta de Moreno suena a «cachondeo» viniendo de este partido, «con lo que tiene encima», y sostuvo que, al igual que otros partidos, el PP les ha copiado.

Sobre el debate, Díaz dijo estar contenta y satisfecha de su intervención, y avisó de que no le va a «callar nadie cuando mientan o se metan» con Andalucía. Cuando le preguntaron acerca de si sigue pensando que el desarrollo del debate fue el correcto, añadió: «Siempre he dicho que cuando se metan conmigo, y ayer [por el lunes] me llamaron teatrera, soberbia, de todo, no voy a defenderme, pero cuando se metan con Andalucía no me va a callar nadie, eso lo tengo claro, siempre que mientan sobre Andalucía esta presidenta va a levantar la voz», remachó.

Para Juanma Moreno, el debate demostró que hay «dos estilos diferentes»: el suyo, basado en la «humildad», y el de la socialista, con una actitud «soberbia y altiva» que solo busca «la pelea con todos». Consideró que «un líder político no puede estar permanentemente en la pelea, batallando contra todos», porque así no se consigue nada.

Lamentó el «liderazgo altivo, más soberbio, que confronta permanentemente», de Díaz, ya que «se pelea con el Gobierno, con los alcaldes del PP, con las ONG que no le dan la razón» e incluso ironizó con que «se pelea con las propias presentadores», en referencia al momento en que la moderadora del debate, María Casado, le pidió a Díaz que no interrumpiera, y ésta le respondió.

El candidato de IU, Antonio Maíllo, opinó que el debate fue «un poco bronco» por parte de Díaz y Moreno, y que «siempre hay que tener buenas formas».

"Se lo dije, señora Díaz". Durante un acto público en El Ejido (Almería), la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dio por ganador a Moreno y recordó: «Se lo dije, señora Díaz; tuvo una semana para prepararlo».

A juicio de Cayo Lara, coordinador general de IU, Maíllo puso «seriedad y alternativas», mientras Martín de la Herrán (UPyD) consideró que los grandes perdedores del debate son los andaluces.

Los candidatos de los llamados partidos emergentes optaron por los descartes. La de Podemos, Teresa Rodríguez, garantizó que no será consejera de un Gobierno presidido por Susana Díaz, porque sale a ganar.

Mientras, el de Ciudadanos, Juan Marín, advirtió de que será «prácticamente imposible» que su partido alcance un acuerdo con alguna de las formaciones del panorama político andaluz.