­Victoria de Susana Díaz, pero sin mayoría absoluta; caída en picado del PP del malagueño Juan Manuel Moreno Bonilla, irrupción destacada de Podemos, ligero descenso de IU y entrada de Ciudadanos en el Parlamento andaluz. Estas constituyen, de una manera telegráfica, las principales conclusiones de la encuesta sobre intención de voto en las Elecciones Autonómicas del próximo 22 de marzo. Un sondeo elaborado por Celeste-Tel para La Opinión de Málaga a mediados de este mes de febrero.

Si se compara con los resultados de la encuesta realizada el pasado mes de enero -publicados por este periódico en su edición del día 8 de este mes- se pone de manifiesto una clara confirmación de tendencias de los partidos. Los resultados, con muy leves variaciones, son muy similares a los apuntados por aquel. El PSOE de Susana Díaz sería el vencedor de las elecciones, según el estudio demoscópico. Obtendría 48 parlamentarios, uno más que en los comicios de 2012. Un avance insuficiente para el gobierno en solitario, fijado en los 55 escaños que marcan la mayoría absoluta. La actual presidenta aprobaría con nota la convocatoria, ya que su victoria supondría superar la reválida electoral. De hecho, incluso mejoraría ligeramente el resultado obtenido por su predecesor en el cargo, José Antonio Griñán, quien logró para el partido del puño y la rosa la cifra de 47 diputados, mientras que en la foto fija que describe la encuesta los socialistas arañarían un escaño más el 22M.

Con estos resultados, la actual presidenta se impondría al PP y a Podemos. Ni el lógico desgaste de legislaturas encadenadas de gobierno, ni los casos de corrupción logran que el partido se desarme en Andalucía. Los aires de renovación del PP con la candidatura de Juan Manuel Moreno no reportarían beneficios al partido vencedor de los comicios de 2012 -aunque no logró gobernar, debido al pacto, ya roto, entre el PSOE e IU-.

Los populares perderían 15 escaños, de los 50 obtenidos entonces por Arenas. La caída es más que considerable, con un descenso porcentual del 13,3 por ciento. Con respecto a enero, pierde un 0,4 por cien de apoyo, lo que se traduce en un parlamentario menos.

La irrupción de Podemos en el Parlamento de Andalucía se materializaría en 17 escaños, un más que digno estreno, pero que deja a la fuerza de Pablo Iglesias muy lejos de convertirse en el segundo partido con más representación en la comunidad. Al comparar los datos con la encuesta de enero, aunque mantendría el número de diputados autonómicos, sí se percibe un descenso porcentual. Si en el primer mes del año lograba un 16,1por ciento, ahora pasaría a un 14,7, una caída de 1,4 puntos.

Por su parte, la Izquierda Unida de Antonio Maíllo perdería la mitad de sus representantes y se quedaría con 6 diputados autonómicos. Una dolorosa caída del 3,9 por ciento, con un respaldo del 7,4% de los sufragios.

Otro de las grandes novedades habría que buscarla en Ciudadanos, que sentaría a 3 de sus representantes en los escaños del Parlamento de Andalucía, con un 6,1 por ciento de respaldo. Curiosamente, el partido liderado por Albert Rivera, aumenta 1,5 puntos con respecto a la estudio demoscópico de enero, incremento reflejado como tendencia en otras encuestas de ámbito nacional.

El Partido Andalucista y UPyD no lograrían representación en la Cámara andaluza. La ausencia de una mayoría absoluta sólo deja dos posibilidades al PSOE como partido más votado. La primera, intentar cerrar un pacto de gobierno, algo que se antoja harto difícil, por la complejidad de encontrar una pareja a la que cortejar. Según palabras de Díaz, nunca pactaría con el PP ni con Podemos. Por otro lado, aunque quisiera reeditar el acuerdo con IU, se quedaría a las puertas de la mayoría absoluta, con 54 escaños, por lo que sería necesaria la entrada de un tercer partido y sólo quedaría Ciudadanos. Un tripartito de estas tres fuerzas, a priori, poco factible. La segunda opción, intentar gobernar en solitario con acuerdos programáticos puntuales.