La presidenta del Parlamento, Marta Bosquet (Cs), leyó en la tarde de ayer un manifiesto en la Cámara andaluza que ha sido consensuado por todos los grupos parlamentarios salvo Vox para condenar la violencia de género, en un acto al que asistió el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la mayoría del Consejo de Gobierno.

Bosquet inició la lectura del texto a las 15.45 horas en el patio ubicado en la puerta del Salón de Plenos, quince minutos antes de que arrancara la sesión plenaria. Al mismo, acudieron parlamentarios del PSOE-A, PP-A, Ciudadanos y Adelante Andalucía, así como los miembros de la Mesa de la Cámara y los portavoces.

Era el segundo acto que se celebraba en la misma jornada en el Parlamento para dar lectura al manifiesto que estos cuatro grupos parlamentarios han acordado para rechazar la violencia de género, toda vez que el PSOE-A convocó otro similar a mediodía al que solo asistieron representantes de la confluencia.

Esto vino después de que Vox haya vetado que la Cámara autonómica haga una declaración institucional por el 25N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, puesto que su aprobación requiere la unanimidad de todos los grupos.

El manifiesto leído por Bosquet comienza señalando que el Parlamento de Andalucía ha querido, como institución, unirse a los actos conmemorativos del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra cada año el 25 de noviembre. «Quienes desde el Parlamento representamos a toda la sociedad, queremos y debemos unirnos a esta jornada reivindicativa y de visibilización de una lacra y un drama que ataca, sin distinción, a mujeres de todo el mundo. No podemos permanecer indiferentes», sostiene.

Tras recordar a las víctimas de esta lacra, añade que «es nuestro deber recordar a las víctimas, a sus hijos e hijas, a los y las huérfanas y a todo el entorno de las mujeres que sufren o han sufrido esta forma extrema de violencia machista, que no están solas».

Así, quisieron ser la voz «de todas aquellas mujeres que siguen siendo víctimas de violencia de género, a las que han denunciado y aún no han recibido respuesta, y a las que aún no han podido hacerlo», todo antes de hacer una mención especial a las niñas y adolescentes «que están expuestas a nuevas formas de violencia y control a través de las redes sociales, y a que son víctimas de la violencia sexual».

Y hace hincapié en que se debe hacer ver que la lucha contra la violencia de género «debe estar por encima de cualquier ideología y que sólo desde la unión de todas las fuerzas políticas, institucionales y sociales contra la violencia machista y la desigualdad, que está en la base de la misma, será posible su erradicación». «No puede haber fisuras», apostilla.