Empleo

Los trabajadores de Tivoli deciden abandonar la batalla en los tribunales

El administrador concursal ya puede cerrar el concurso de acreedores que termina con el despido de toda la plantilla a pesar de que el parque es rentable

El TSJA ratifica el expediente de extinción de empleo de la plantilla de Tivoli

Los trabajadores de Tivoli, en una de sus protestas a las puertas del parque de atracciones.

Los trabajadores de Tivoli, en una de sus protestas a las puertas del parque de atracciones. / L.O.

Los trabajadores del parque de atracciones Tivoli World -que se encuentra en concurso de acreedores y cerrado desde 2020- se reunieron ayer por la tarde en asamblea y decidieron no recurrir ante el Supremo la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que declaraba competente al Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga para dictaminar sobre el despido colectivo de la plantilla.

El Alto Tribunal andaluz rechazaba que hubiera una sucesión de empresas entre la sociedad del empresario Rafael Gómez Sánchez ‘Sandokán’ y el grupo Tremón, al que el empresario cordobés le vendió el parque de atracciones, porque cuando el Supremo dictaminó en firme que la propietaria del parque era el grupo inmobiliario, Tivoli ya llevaba meses cerrado y sin actividad económica alguna.

«Es injusto que no reconozcan nuestro derecho de subrogación cuando fue el Juzgado de lo Mercantil el que no dejó reabrir el parque en 2021, después del ERTE que nos aplicaron durante la pandemia, cuando el administrador concursal demostró que el parque de atracciones era rentable», lamenta Juan Ramón Delgado, presidente del comité de empresa de Tivoli World.

Tras algo más de dos horas de asamblea, la postura de los trabajadores fijos-discontinuos se impuso, por 28 votos a 26 (y un voto en blanco), a la de los trabajadores fijos. Delgado explica que la mayoría de los discontinuos son más jóvenes, han encontrado trabajo y prefieren dejar atrás la batalla judicial, pero la mayoría de los fijos son mayores, en torno a los 50 años, y van a tener más difícil volver al mercado laboral, afirma el presidente del comité de empresa.

Abandonada la vía judicial, el administrador concursal podrá ya cerrar el concurso de acreedores, que se cierra con el despido de toda la plantilla como consecuencia de una mala gestión empresarial y la pasividad de la Administración -que no impidió que la deuda de Tivoli superase los 9 millones de euros con Hacienda y la Seguridad Social- a pesar de que el parque de atracciones es rentable.

Agotada la vía judicial, los trabajadores tendrán ahora derecho a cobrar una indemnización con cargo al Fondo de Garantía Salarial, de 20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 mensualidades, «pero los que llevamos más tiempo perdemos nuestra antigüedad y el puesto de trabajo», explica Juan Ramón Delgado.

Agotados ante los reveses judiciales, los trabajadores de Tivoli no pierden la esperanza de que más pronto que tarde alguna nueva empresa reabra el parque de atracciones y quien sabe si estaría dispuesta a contar con quienes han trabajado en él toda su vida.