Entrevista | Pablo Puyol Actor, cantante y bailarín

«La sombra de 'Un paso adelante' es alargada como un ciprés»

El malagueño no para de trabajar: compagina funciones teatrales (ha trabajado con Antonio Banderas en A chorus line), proyectos cinematográficos (Dos vacas y una burra) y tiene una escuela de artes escénicas en Estepona. Ahora se incorpora al reparto de la serie Servir y proteger (La 1)

Pablo Puyol, en una imagen reciente.

Pablo Puyol, en una imagen reciente. / Jossy

Marisa de Dios

Hay personajes que marcan a un actor. El de Pablo Puyol (Málaga, 1975) fue, sin duda, el del esforzado Pedro de Un paso adelante, la serie en la que demostró su talento no sólo para interpretar, sino también para cantar y bailar, como después corroboraría en musicales y en sus logradas imitaciones de Tu cara me suena. Ahora ejerce de policía en la comisaría del Distrito Sur de Servir y proteger, serie de la productora Plano a Plano para TVE-1 a la que se ha incorporado.

Le ha tocado interpretar al nuevo inspector jefe Félix Durán, un tipo bastante serio y estricto.

Lo que pasa es que la situación en la que entra en la comisaría le hace ser más serio. Llega después de pedir un traslado desde Las Palmas, donde llevaba trabajando cinco años, para poder retomar la relación con su mujer. Y lo que pasa es que el comisario Arias, que trabajaba con él en Canarias, va a optar a la plaza que queda libre cuando Bremón asciende y le manda de avanzadilla para que le informe de cómo funciona la comisaría y, sobre todo, de las virtudes y puntos flacos de Miralles.

¿Cree que a la gente le costará empatizar con él?

Al principio sí. La gente adora a la inspectora Miralles y cualquiera que se meta por medio no va a caer muy bien. Pero con mi personaje hay que tener paciencia, porque es un buen tío y un buen policía. Solo va a necesitar tiempo para acoplarse.

Muchas de las series de sobremesa y de tarde de TVE-1 han ido cayendo por falta de audiencia: Seis hermanas, Acacias, Mercado Central, Centro médico... ¿Le preocupa el share?

No soy un obseso de mirar las audiencias todos los días. Supongo que me preocupa igual que cuando trabajas en un teatro y ves que el patio de butacas está medio vacío, porque sabes que de eso depende tu trabajo. El mundo de las audiencias es muy complicado, porque muchas veces ni siquiera depende de la calidad del producto, sino de otros factores en los que tenemos muy poco que ver.

¿Es la sombra de Un paso adelante muy alargada?

Como un ciprés. Pero tampoco es malo. Muchas veces lo comento con otros actores que han hecho series de éxito, como Juanjo Artero, que lo tengo en Servir y proteger y al que todavía le hablan de Verano azul. Creo que hubo un antes y un después de Un paso adelante en la televisión. Fue una serie muy revolucionaria en su momento, se hicieron muchas cosas que hasta entonces no se habían hecho en este país. Estoy muy orgulloso de haberla hecho, aunque a veces no lo haya dicho con esta rotundidad.

Trabajó con Antonio Banderas en el musical A chorus line. ¿Impone?

¡Claro! Vale que es de Málaga, que es muy cercano, muy majo, pero es Antonio Banderas. Él te lo pone muy fácil pero siempre tienes esa cosa que estás con una estrella. Lo que está haciendo en Málaga es brutal, volcarse en su ciudad como lo ha hecho, sin tener ninguna necesidad ni ir a ganar nada. Simplemente es un regalo que se hace a sí mismo y a su ciudad. Es un tío incansable, que no para de trabajar nunca. Para mí ha sido un ejemplo.

La pandemia frustró los planes de llevar la obra a Broadway. ¿Sigue adelante la idea?

Antonio sigue con la intención de llevarla para allá. Lo que yo no creo que vaya a estar. Después de un año y pico han pasado muchas cosas y, para mí, es más complicado retomarlo.

También ejerce de profesor en su propia escuela de artes escénicas, UTalent, en Estepona. ¿Cómo le va la docencia?

Mi socio, Tito Almazán, y yo somos unos locos. ¡En mitad de una pandemia nos ponemos a montar una escuela! Por suerte en Estepona nos han recibido muy bien. Hacía falta algo así allí. Hay mucho talento en el sur y no tenían donde mostrarlo. Siempre había tenido muchas ganas de tener una escuela e intentar transmitir los valores en los que creo, en cómo pienso que debe funcionar esta profesión, porque a veces se confunde a los alumnos.

Aparte de la serie y de su faceta docente, tiene pendiente de estreno la película Dos vacas y una burra.

No sé si se estrenará en otoño o en invierno. La rodé en Cantabria junto a Miguel Ángel Muñoz y Esmeralda Pimentel, una actriz mexicana muy conocida. Tengo muchas ganas de que se estrene. Creo que nadie se espera esa película y que va a dar mucho que hablar.

¿Por qué dice que nadie se la espera? ¿Por el tono cómico?

Sí, es muy divertida y no sé si a Miguel Ángel y a mí nos ven haciendo humor... Nosotros es que en su momento nos hicimos muy amigos, prácticamente como si fuéramos hermanos, y desde entonces hemos mantenido el vínculo.