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«Dos años y un día»: Valls entra en la cárcel de la mano del malagueño Sergio Sarria

Comienza el rodaje en Madrid de la nueva comedia de Atresmedia, con el equipo de «Nasdrovia»

Arturo Valls y el resto del reparto

Arturo Valls y el resto del reparto

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

Trabajó diez años como guionista en El intermedio, donde, dice, agotó «todos los chistes posibles sobre Bárcenas» y le apeteció dar un golpe de timón a su carrera: escribió un libro, El hombre que odiaba a Paulo Coelho, otro (Cuando nadie nos ve, un noir con la Semana Santa sevillana como telón de fondo; tendrá una segunda parte ambientada en Málaga) y volvió a la televisión, pero en ficción, con series como Malaka y Nasdrovia. Ahora, Sergio Sarria está detrás de uno de los proyectos más esperados de la comedia catódica española, Dos años y un día. El rodaje ya ha comenzado en Madrid y durará ocho semanas.

Valles es Carlos Ferrer, un famoso y querido actor y presentador de éxito con una vida perfecta hasta que 18 fatídicos segundos la cambian para siempre. Su aparición en el pregón de Carzuelo de la Frontera vestido de la Virgen del Cierzo, como un paso de Semana Santa, desata la indignación de la asociación de abogados costaleros, que lo denuncian por un delito contra los sentimientos religiosos. La querella se admite a trámite y el juez, devoto de la Virgen de su pueblo y también costalero, lo condena a prisión. Ahora, Carlos debe adaptarse a su nueva vida en la cárcel donde tendrá que pasar dos años y un día.

Es una serie creada y escrita por Raúl Navarro, Miguel Esteban, Sergio Sarriá, Luismi Pérez (el equipo al frente de Nasdrovia) y Raúl Navarro, quien dirigirá los episodios con Ernesto Sevilla. A tenor de las primeras imágenes promocionales facilitadas por Atresmedia, la productora de la ficción, Dos años y un día será una comedia de lo más singular, en la línea de lo que hace Sergio Sarria: «En la comedia española tomamos más riesgos ahora que hace unos años. Se ha perdido el miedo a jugar con los silencios, a reducir el número de chistes, a que el espectador no esté en una permanente carcajada», contó a este periódico en el lanzamiento de Nasdrovia.