Ricky Martin: cuerdas para restañar heridas

Seguro que la pasada noche la velada en la Cantera de Nagüeles fue tan importante para su público como para el propio cantante. Y es que Ricky Martin no atraviesa el mejor de los momentos personales: acaba de anunciar el fin de su matrimonio de seis años con Jwan Yosef y lleva días refugiado en la residencia marbellí de su íntima amiga la actriz Eva Longoria y la compañía, claro, de sus hijos. Pero durante unas horas Enrique Martín Morales se olvidó de las turbulencias sentimentales y familiares para ofrecer un espectáculo con lo mejor de su repertorio de una manera que jamás había sido escuchada: ¿se imaginan canciones como She Bangs o María con ropajes orquestales? Pues sí, justo eso es Ricky Martín Sinfónico, el recital con el que el puertorriqueño se merendó este viernes noche el Starlite Festival.

95 discos de Platino, 40 discos de Oro, múltiples Grammy y Latin Grammy, 14 Premios Billboard... Nadie tiene un palmarés similar sin contar con un repertorio a prueba de bombas y un carisma de magnetismo sobresaliente. Ricky Martin demostró anoche que Livin’ la vida loca, Vente pá ca, Vuelve, Pégate o Disparo al corazón, algunos de sus grandes hits, mantienen intacto su poderío latino entre cuerdas y metales y que su intérprete, que, ojo, peina ya 51 años, conserva la potencia de aquel chaval que protagonizó el primer boom latino internacional, aunque matizándolo con madurez y experiencia.

Este sábado, nueva ocasión (segundo concierto en la Cantera de Nagüeles) para que todos recordemos porqué Ricky Martin movió el mundo a golpe de caderazo y voz sensual.