Entrevista | Miguel Herrán y Susana Abaitua Protagonistas de 'Los Farad'

«El tráfico de armas nunca va a dejar de estar de actualidad porque guerras hay siempre»

La nueva serie de Amazon Prime Video, aborda el tráfico de armas en la Marbella de los años 80 de la mano de un profesor de aeróbic que se ve envuelto en ese complejo negocio cuando comienza una relación con la hija de un poderoso empresario

La serie creada por Mariano Barroso y Alejandro Hernández fue rodada en Málaga y analiza el periodo de la Guerra Fría en España

Susana Abaitua y Miguel Herrán, los protagonistas de 'Los Farad'. | AMAZON PRIME VIDEO

Susana Abaitua y Miguel Herrán, los protagonistas de 'Los Farad'. | AMAZON PRIME VIDEO / marisa de dios

Marisa de Dios

Sus personajes, Óskar y Sara, vienen de mundos completamente dispares.

Miguel Herrán: Óskar es un chaval normal con ambiciones mundanas como montar su propio gimnasio. En medio de la búsqueda de ese sueño se topa con Sara y se enamora de ella y de todo lo que la rodea: de su familia, de su dinero, de su ambición... Y ahí vemos cómo esos objetivos van un poco más allá: convertirse en uno de los mayores traficantes de armas del mundo.

Susana Abaitua: Sara ya ha nacido metida en ese mundo del tráfico de armas, lo ve normal. A la vez es una mujer muy ambiciosa, con las cosas claras, superinteligente, manipuladora, que quiere heredar el negocio familiar, es la más apta para ello, pero es mujer, estamos en los años 80 y es un mundo machista. Se tiene que buscar un marido para que la tomen más en serio.

¿Lo que pierde a ambos personajes es la ambición?

Susana Abaitua: Sí, y donde enganchan también, porque se van sorprendiendo el uno al otro. Sara no se espera que Óskar, con cada paso que dé, la clave. Se complementan porque son distintos. Él es más impulsivo y ella, más calculadora, pero juntos hacen un buen equipo.

¿Les ha gustado sumergirse en esos años 80 que ustedes no vivieron? Con la música de Locomía sonando y las hombreras puestas.

Susana Abaitua: El despliegue que ha habido ha sido impresionante: las fiestas con la gente peinada, maquillada y vestida tan bien...Llegábamos a las casas y eran increíbles.

Miguel Herrán: La casa de Madrid era la de Beckham. La construyó un arquitecto para sus padres, la compró Beckham y luego la tuvo que vender.

Susana Abaitua: ¿Sabes por qué la vendió? Porque es preciosa, pero no podías estar allí sin gafas de sol.

Miguel, ¿cómo llevó el entrenamiento de aeróbic para después dar las clases en la serie?

Miguel Herrán: Yo voy al gimnasio todos los días desde que tengo 13 años, pero fue una especie de trauma porque soy una persona absolutamente arrítmica, de esos que cuando van a la discoteca se sientan para no hacer el ridículo. Tuve que aprender a seguir el ritmo, a contar el tempo... Fue un curro bastante complicado y además, el día que llegué preparado para hacerlo, van y me cambian la coreografía.

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Vaya mala suerte.

Miguel Herrán: Pero como ya había cogido el rollo del tempo no fue tan difícil aprenderme una coreografía nueva.

¿Se habían imaginado que esta serie, estando ambientada en los años 80, trataría un tema que está de tanta actualidad al hablar del tráfico de armas? Porque se puede extrapolar perfectamente a nuestro presente, con las noticias sobre la guerra de Ucrania y el conflicto en Gaza.

Susana Abaitua: La guerra existe y sigue existiendo, no estamos ciegos. Pero sí que ha sido muy fuerte.

Miguel Herrán: Dependiendo de cuándo hubiéramos hecho esta serie se hubiera asemejado al conflicto que estuviera en ese momento. Pero es que conflictos bélicos hay siempre.

¿Les ha servido Los Farad para repasar también historia? Porque la serie habla mucho de geopolítica durante la guerra fría.

Susana Abaitua: A mí una de las cosas que más me costó fue empaparme completamente de todo el tema. Tenía que explicarle a Óskar todos los conflictos bélicos de la guerra fría, el contexto de ese momento, y tenía la responsabilidad de saber de lo que estaba hablando. Tuve que leer mucho, entender por qué unas armas iban aquí y otra aquí y quién vendía a quién.