«El problema de Palestina es que hay un país que ocupa sus tierras»

Marwan Abu-Tahoun Recio (Madrid, 1979), conocido por su nombre artístico Marwán, es cantautor y poeta, cree en el destino y antes de salir al escenario su truco es cenar bien y calentar bien el cuerpo. Después de 20 años en el mundo de la música, en 2023 comenzó una gira para celebrar este señalado aniversario. La fiesta la tiene en Málaga el próximo sábado, en la Sala París 15

El cantante y escritor, en una imagen promocional reciente.

El cantante y escritor, en una imagen promocional reciente. / La Opinión

Martina Andrés

Está de gira celebrando sus 20 años en el mundo de la música. ¿Qué sensaciones tiene estos días en el cuerpo?

Irse de gira es el resumen de muchísimo tiempo de trabajo. Un par de años antes, te pones a componer canciones. Un año antes te pones a grabar un disco. Luego haces la promoción, haces un montón de entrevistas, preparas todo increíble, ensayas para la gira y, al final, tiene lugar el que para mí es lo que da sentido a todo: el momento en el que te encuentras con el público en los conciertos.

¿Qué acogida siente que está teniendo el disco 'Canciones para una urgencia'?

La verdad que la acogida ha sido maravillosa. El hecho de coger algunas de mis canciones míticas y regrabarlas con duetos preciosos, como el dueto de 'Algún día de estos' con Andrés Suárez, o el dueto de 'Mi paracaídas' con Mikel Izal, o el dueto de 'Las cosas que no pude responder', con Rozalén, la verdad que es una maravilla. Me encanta que me digan que canciones que para ellos ya eran míticas y súper importantes, de repente sienten que han mejorado todavía más.

¿Cómo diría que han evolucionado sus canciones desde que comenzó hasta hoy?

Siempre he tenido la misma búsqueda, por decirlo así. Siempre he buscado canciones bellas, tanto en la forma como en el fondo, con unas melodías muy cuidadas, con las letras muy trabajadas, muy poéticas siempre, que contaran cosas de un modo diferente, cosas que nos pasan a todos pero de un modo diferente, saliéndome un poco de los cánones de la música pop. Siempre he tratado de cuidar mucho eso y eso permanece. Pero es verdad que durante estos veintitantos años he recibido muchísimas influencias, he estudiado, me he empapado de otros estilos, he ido incorporando diferentes sonoridades, canto mejor... Todo es una evolución desde la misma búsqueda. Una evolución para hacerlo todo cada vez mejor, que esa es la idea. Si uno es mejor con 20 años que con 40 pues mal asunto, ¿no? [Risas].

En la canción 'La Ecuación', que canta con Miguel Poveda, dice al principio que ha necesitado 35 años para entender que el miedo es el motor que mueve a media humanidad. ¿Alguna vez ha sido el suyo?

El miedo es de forma constante un motor o un paralizador para todos. En muchas ocasiones, siento que el miedo es el hilo rector o eso que sobrevuela nuestra vida. Hay miedo en las relaciones, en la falta de confianza..., en muchísimos aspectos. Y por supuesto, también han aparecido muchos miedos a lo largo de mi carrera, dudas de no saber cómo hacer las cosas. Pero, bueno, estamos aquí para evolucionar, para reconocer esos miedos, para ver cuándo nos acechan y cuándo nos atacan y para tratar de trascenderlos. En definitiva, yo siempre siento que la carrera musical es lo que me va a hacer enfrentarme a mis miedos más profundos.

Y con lo que está ocurriendo ahora en Palestina, ¿cómo lleva el resentimiento? También le dedica una canción a este sentimiento.

Lo cierto es que yo no quiero sentir rencor. Me parece que el rencor es una emoción que, en definitiva, a uno le acaba consumiendo. Es mejor no sentirlo, porque el resentimiento al final lo paga uno. Si me preguntas sobre el resentimiento entre los pueblos, lo que pasa entre israelíes y palestinos, pues efectivamente es una emoción que difícilmente va a ayudar a solucionar lo que está sucediendo. Que es lo que en definitiva debería querer todo el mundo: una sociedad en paz. Y una Palestina libre. Y creo que mientras siga reinando el rencor va a ser difícil. Pero claro, el rencor surge por los abusos también, por los atropellos de los derechos de los palestinos. Es un círculo vicioso. Creo que mientras exista rencor entre los pueblos y las personas, nunca va a haber solución a los problemas. En el caso de Palestina también. No es un problema de rencor el que hay aquí, sino que es un problema de que hay una ocupación. Y de que hay una ausencia total de derechos de los palestinos, que hay un país que los está bombardeando constantemente, que ocupa sus tierras, que coloniza, que hay reconocido un régimen de apartheid contra los palestinos, desde hace décadas. 

En una entrevista en octubre del año pasado, le preguntaban si se podría alcanzar la paz en Oriente Próximo… Meses después, ¿cómo ve la situación?

Creo que la paz se va a alcanzar cuando la comunidad internacional intervenga y haga cumplir el derecho internacional, ni más ni menos, que es que Israel no puede seguir atentando contra los derechos humanos de los palestinos. No puede seguir ocupando, no puede seguir creando un régimen de apartheid, no puede seguir oprimiendo, bombardeando, masacrando. Creo que cuando eso suceda, habrá solución. Para mí el problema es ése, no el rencor.

¿Hasta qué punto piensa que un artista tiene que estar comprometido con su realidad? Más allá de hacer buena música…

Creo que cada artista debe elegir lo que debe hacer. Hay muchos tipos de artistas. En mi caso yo hago una música comprometida y también soy una persona comprometida en mi vida. El compromiso es cien por cien con las causas sociales, cien por cien con los pueblos golpeados, no solo el palestino, cien por cien con las minorías que son oprimidas. Siempre ha sido así. Yo creo que los cantautores siempre hemos estado donde la gente lo necesitaba. Tanto como para hacer conciertos benéficos, como para denunciar como para hacer canciones u otro tipo de acto y manifestación. En mi caso, yo siento que es lo que me nace. Soy un luchador. Todavía, fíjate, en este mundo tan distópico en el que se ha convertido nuestra vida, esta distopía de pantallas, de mercenarios, de un periodismo al servicio del poder, yo todavía creo en la utopía, que es algo que se ha abandonado mucho. Yo sigo creyendo en la utopía y por eso, además de mis canciones, hago cierto activismo por muchas causas sociales.

¿Cuál sería para usted la base de esta utopía?

Mejorar las condiciones de los vulnerables, de los débiles. En definitiva, conseguir una igualdad. Conseguir que todo el mundo pueda tener realmente los mismos derechos, que en el papel los tienen pero en la realidad no. Mientras exista pobreza extrema en muchos lugares del mundo, mientras exista desigualdad entre razas, mientras exista desigualdad entre hombres y mujeres, entre clases sociales, la humanidad no va a ser decente, no va a alcanzar las cuotas de decencia que debería.

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