Los expertos técnicos de media Europa que el pasado domingo vieron correr como gacelas sobre el barro a un grupo de jóvenes atletas con la camiseta celeste del Club Cueva de Nerja no dejaban de preguntarse sobre su origen: "¿De dónde son? ¿Españoles?". Hasta los entrenadores que adiestran a las féminas en categoría absoluta del FC Barcelona se cuestionaban en el Europeo de cross de Bilbao, qué movía de esa forma a unos auténticos desconocidos, que encima partían con la desventaja de no contar con el nombre más popular del grupo, el del lesionado Rubén Espejo.

Cuando por megafonía se sumaban todos los puntos y se proclamaba oficialmente la plata en el Campeonato de Europa para un puñado de integrantes del ´modesto´ club nerjeño, la expedición entera rompió a llorar. Ni los turcos del Fenerbahce, que acudían como vigentes campeones y que lograron revalidar el oro, ni ninguna otra representación en categoría absoluta "vivió lo mismo que nosotros".

Era como si un conjunto de Tercera División del fútbol español, después de ganar la Copa del Rey por sorpresa, hubiese sido invitado a jugar una competición europea y, sin historial alguno, llegase a la final. "Nos lo dijeron en Bilbao los representantes federativos internacionales, lo que el Nerja ha hecho aquí es épico". Si ya era muy meritorio que Nerja el pasado año se proclamara en esta disciplina como club campeón de España en júnior masculino, entrar en el podio no entraba en ninguna quiniela posible.

Lo cierto es que ´el modelo malagueño´ de hacer piña y competir como club sin grandes individualidades, además de ser el único posible en un municipio como Nerja de menos de 25.000 habitantes, ya empieza a ser objeto de atención en nuestro continente. "No nos podemos permitir crecer", argumenta el presidente de la Federación Andaluza de Atletismo y ex presidente de este club, Enrique López Cuenca.

Este año por culpa de la crisis van a tener un 20% menos de presupuesto, algo que se acusa más en un colectivo como éste, a pesar de que cerca de medio millar de atletas visten la elástica celeste. ¿Donde está el secreto para crecer, sin nuevos patrocinios o mecenazgos externos? "No se dejan de recibir peticiones de jóvenes atletas para integrarse en nuestro club. Pedimos algunos requisitos, le mostramos las condiciones y generalmente hay acuerdo", agrega López. Lo cierto es que como club, el equipo nerjeño está "consolidado" en División de Honor y está considerado como el quinto de la Federación de España de Atletismo "por los puntos que nos da la base, que son muchos".

De esa forma, competir con los colores de este equipo "es un excelente escaparate, especialmente para atletas como Rafael Ángel, que es de un pueblo sevillano próximo a nuestra provincia, muy pequeño". Esta joven promesa contribuyó el domingo en Bilbao a lograr la plata continental con su bronce individual. "Los futuros atletas admiran nuestro trato, cercano, que antepone el mimo y el hecho de hacer que cada uno se sienta importante en su papel, sobre todo como parte del equipo", concluye el también vicepresidente de la Federación Española de Atletismo.

"La diferencia con el Fenerbahce o el FC Barcelona es abismal, brutal, al compararnos con nuestro potencial económico. Pero que nos quiten lo bailado. Puede que seamos un lapsus. Hemos llegado al podio este año y quizás no volveremos a pisarlo en muchos años, pero respetando todas las filosofías, nuestra alegría no es la misma. Es inmenso lo que sentimos. Al delegado del Fenerbahce seguro que no le hizo la misma ilusión su oro", argumenta el propio López Cuenca.

Todo un ejemplo. Entre los comentarios que en el podio les llegaban el pasado domingo a los jóvenes atletas del club celeste, destacó uno de José María Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo, al alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna: "Esto sí que tiene mérito. Esto es un orgullo para todo el país". A los subcampeones les llegó al fondo del corazón esas palabras, así como los ánimos que un "público muy entendido y apasionado" les regaló durante los seis kilómetros de barro que tuvieron que sortear: "Les llamaban hasta por su nombre al oír por megafonía las clasificaciones".