"Lo ha hecho espectacular, estaba en el mejor momento", celebra la familia de Damián Quintero

Horas después de bajarse del tatami tras conseguir la medalla de plata en sus primeros Juegos Olímpicos, Damián Quintero continuaba eufórico. El malagueño hacía historia y su familia era muy consciente de la oportunidad que estaba en las manos del karateca, pues tal era la emoción que se reunieron tanto en Málaga como en Asturias para celebrar los éxitos de Quintero. 

Una parte de ella se concentró junto a algunos de sus amigos en un chiringuito de Torremolinos con camisetas apoyando a la Delegación Española y con un mensaje muy especial para el deportista como era «team Kingtero». En aquel lugar donde se festejaron tantas alegrías finalmente, se dieron cita personas muy importantes en la vida del karateca como fueron Hugo, su padre; María del Carmen Capitán, la seleccionadora andaluza de kata; Lorenzo Marín, el profesor que inculcó a Damián este deporte; y Luis García, presidente de la Federación Andaluza de Kárate. Todos ellos han sido culpables e impulsores de que el malagueño haya llegado hasta lo escalones más altos de su trayectoria deportiva.

Por otra parte, su mujer, Casandra Busto, también se reunió con parte de su familia en la casa de sus padres en Gijón, su localidad natal. Allí ha celebrado los éxitos conseguidos por el malagueño y al igual que él asegura que «esta plata sabe a oro». 

«Lo ha hecho espectacular, estaba en su mejor momento» y pocas personas más que ella lo sabían, pues ella misma asegura que Damián Quintero la llamó horas antes de disputar la final contra el japonés Ryo Kiyuna para confirmarle que se sentía «increíble» antes de ejecutar la última y decisiva kata. 

A pesar de que «merecía el oro», Casandra ha asegurado que Quintero «estará igual de contento» tras cinco años de trabajo y de espera hasta la celebración de estos Juegos Olímpicos en los que ha habido «una lucha increíble» y un trabajo incansable que se han visto reflejados en la consecución de la medalla de plata en esta cita celebrada en Tokio. 

Tras los logros alcanzados, Damián Quintero también ha realizado sus primeras declaraciones ya como medallista olímpico. «Para mí no es plata, es oro. Estoy hipercontento. He disfrutado al máximo estos Juegos. Venía con mucha presión, sinceramente, pero el día de hoy ha sido increíble». 

Sin embargo, una vez empezó a competir todo cambió: «Me he subido al tatami y he disfrutado como un niño todas las eliminatorias. Me llevo una medalla olímpica, que ni en mis mejores sueños cuando veía los Juegos Olímpicos en televisión lo pensaba. Me la llevo para casa a disfrutarla y espero que España entera la haya disfrutado conmigo».

El kárate no será olímpico en la cita de París 2024, de ahí la oportunidad tan importante que tenía ante sí el malagueño y que también ha aprovechado su compañera Sandra Sánchez, medalla de oro en la misma categoría femenina. 

Ante los micrófonos de Radio Televisión Española afirmó el malagueño: «Han sido años muy duros. He trabajo muchísimo durante todos estos años junto a Jesús que nos ha guiado en este camino. Para mí esta plata lo es todo. Es una plata, pero me sabe a oro. El color no importa, es una medalla olímpica. Dentro del mundo del kárate no sabemos cuándo volveremos a esto. Soy uno de los privilegiados que se va a llevar una medalla para casa».

Tras pisar su primer gimnasio con 6 años, el camino ha sido muy largo y muy duro. Multitud de competiciones después, caídas, remontadas y momentos de superación, Damián Quintero lo ha logrado ante los ojos de su familia, sus amigos y delante de toda España: el malagueño ha conseguido la plata olímpica.