Historia de una maestra

En 2005, con ocasión de una reedición de ‘Historia de una maestra’, editada inicialmente en 1990, su autora, Josefina Aldecoa, ya señalaba que la historia «no había perdido ninguna vigencia», por el interés del testimonio que recoge.

Ahora cuando Alfaguara la reedita, cabe volver a mantener esa vigencia que se asienta en la pasión que guía al relato por la educación, por la cultura que hace a los hombres justos y libres.

Josefina Aldecoa selló su impronta literaria junto a nombres como Carmen Martín Gaite, Rafael Sánchez Ferlosio, Alfonso Sastre, Jesús Fernández Santos o Ignacio Aldecoa, con quien se casó. Era la generación de los 50, la de los niños de la guerra, un grupo que elevó el listón estético de la literatura de posguerra, rompiendo con cánones rancios y bobos imponía el franquismo.

‘Historia de una maestra’ es una de las grandes novelas salidas de la pluma de una de las mejores artífices de aquella generación.

Aldecoa, con una prosa bella y sutil nos muestra también las duras condiciones de la posguerra y los diferentes aspectos de la condición femenina a lo largo de los años, algo que es consustancial a la literatura de la autora.

Gabriela, la maestra protagonista, persigue desde su inicio el sueño de educar para el futuro a personas libres e iguales, que se frustró con la guerra y Franco.

Y es que el sueño traía desde el principio su propio maleficio cuando el día en que recibió su título de maestra veía pasar por las calles de Oviedo el cortejo nupcial que casaría a Carmen Polo y al entonces teniente coronel Francisco Franco.

Aldecoa escribe una historia poderosa, auténtica, que retrata con prosa firme y desnuda las duras condiciones de los maestros durante la dictadura de Primo de Rivera; la ilusión que trajo la República, el desencanto de aquellas ilusiones y la quiebra final del sueño.

La novela está dividida en tres partes: El comienzo del sueño. El sueño y El final del sueño. La primera está centrada en su experiencia como maestra en Guinea, su relación con Emile, el médico de la colonia y en ver los esfuerzos por la supervivencia de un pueblo asediado por el hambre, la enfermedad y expoliado por los poderosos.

La segunda parte son los años de sueño cuando, vuelta a la Península se casa y junto al esposo, también maestro, luchan por hacer realidad los proyectos educativos de la República. La explosión de libertad y apertura que supuso la llegada al pueblo de las Misiones Pedagógicas

Finalmente, junto a su pequeña hija Juana, Gabriela ve consumarse los escenarios (frente popular, revolución de octubre, guerra civil, fusilamiento del marido que acabarán con su sueño personal y profesional.