Entrevista | Esmeralda Núñez Jefa de servicio de Pediatría en el Hospital Materno Infantil

"Hay predisposición a poner la vacuna a los niños. Las familias nos preguntan desde el primer día"

El Materno Infantil espera el visto bueno de la farmacéutica Pfizer para participar, junto al Hospital de Antequera, en los ensayos clínicos de este remedio en niños inmunodeprimidos

Esmeralda Núñez, a la puertas del Materno Infantil.

Esmeralda Núñez, a la puertas del Materno Infantil. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Esmeralda Núñez lleva cerca de 20 años ejerciendo la Pediatría y desde enero de 2019 ocupa la jefatura de sección de hospitalización pediátrica en el centro de referencia de la provincia de Málaga, donde se derivan los casos más graves en población infantil. Es responsable también del área de consultas externas y está al frente del servicio de Pediatría en funciones desde julio de 2019.

«Los niños son la parte bonita de la pandemia», opina la jefa de Pediatría del Materno Infantil, Esmeralda Núñez, ya que la Covid-19 apenas ha afectado a los más pequeños, que en general presentan cuadros leves y son menos transmisores del virus.

Ahora protagonizan los ensayos clínicos para ser incluidos en la estrategia de vacunación y, de hecho, el Materno espera el visto bueno de Pfizer para participar en esos estudios con pacientes inmunodeprimidos. «Un hospital como el nuestro tiene capacidad para participar en ese tipo de ensayo».

Según datos de Consejería, unos 10.900 niños de 0 a 14 años se han contagiado desde que empezó la pandemia en Málaga. ¿Cómo lo vive Pediatría?

Niños, afortunadamente, han ingresado muy pocos. Más o menos se han ingresado entre un 1% y un 3% de los pacientes pediátricos que lo han padecido. Los pacientes que han ingresado han tenido tres formas: pacientes que han ingresado por otro motivo, es decir, por un apendicitis, por una convulsión... por cualquier motivo que requiera ingreso y, como a todo niño que ingresara había que hacerle un despistaje de Covid, en ese screening que se hacía en Urgencias lo hemos detectado, y los niños estaba asintomáticos. Eso sobre todo lo vimos en la tercera ola. Luego un segundo perfil eran niños con síntomas compatibles con Covid, algunos respiratorios pero que han requerido poco soporte respiratorio, es decir, ingresos muy cortos en el hospital. Salvo un paciente muy pequeñito que precisó la UCI trasladado de otro centro, el resto se ha mantenido en la planta... Y de ese grupo que tiene síntomas compatibles con Covid hay un porcentaje que han sido lactantes menores de tres meses que ingresaban solo con fiebre y cuando les hemos hecho la prueba han salido. Y el tercer grupo ha sido los que se han visto afectados por el cuadro que se ha descrito asociado al Covid que es el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico. Ese perfil lo empezamos a ver a partir de finales de abril [de 2020] porque es un cuadro más tardío, cuando estás en la recuperación del Covid y ya tienes anticuerpos. Tuvimos casos en la primera ola y en la tercera ha habido también Esos sí que han requerido UCI pero afortunadamente todos los pacientes han evolucionado bien.

¿Qué se sabe al respecto de este síndrome?

Han sido seis casos de Síndrome Inflamatorio Sistémico locales, 90 nacionales, y han sido sobre todo varones de entre 9 y 11 años aproximadamente, niños que ingresaban con cuadros de fiebre y sobre todo muchos síntomas gastrointestinales. De hecho, algunos se confunden con gastroenteritis bacteriana porque tienen diarrea, dolor abdominal y cuando le hacíamos una ecografía se veía una inflamación de una zona del intestino, que es el íleon y por tanto se formaban ileítis. Dentro del síndrome inflamatorio hay también distintos perfiles, unos que se complican más y dan manifestaciones cardíacas sobre todo de fallo en la función del corazón y, por tanto, tienen un deterioro respiratorio porque tienen cierto edema de pulmón y acaban requiriendo soporte respiratorio en la UCI, y otros se han mantenido con menos aceptación a nivel cardíaco y más síntomas gastrointestinales. La mayoría de los nuestros han pasado prácticamente por la UCI. La suma de inmunoglobulina y corticoides hay estudios ya que han demostrado su eficacia y todos han ido bien, con una recuperación completa sin secuelas.

Afortunadamente la mayoría de los niños pasa la Covid-19 mucho más leve que los adultos. ¿Hay evidencia de por qué?

Hay distintas teorías. Una de ellas es que como los niños tienen infecciones recientes pasadas pues tienen una protección cruzada contra el coronavirus. El coronavirus este que está circulando no es único sino que pertenece a una familia de otro tipo de coronavirus que todos durante la infancia pasamos. Entonces parece que pueden tener anticuerpos o recuerdo inmunológico. También se ha visto que los receptores a los que se une el virus en el caso de los niños tienen un menor número, menos desarrollados a nivel de la vía respiratoria. Es cierto que también el sistema inmune de los niños es mucho más potente que el de un anciano pero, por ejemplo, en los niños más pequeñitos también podríamos pensar que están menos protegidos porque todavía no se han desarrollado y, sin embargo, en ellos tampoco hemos visto cuadros más graves. Yo creo que es una suma de factores.

¿En qué entornos suele contagiarse un niño?

Eso está documentado ya en la bibliografía, en la literatura, y de hecho, en Cataluña se ha llevado a cabo un estudio bastante amplio. Según el estudio solo los niños que se infectaron transmitieron la infección a los adultos en un 7,7%. Sin embargo, adultos que transmitieran a niños, un 72,7%. Cuando descubres a un niño infectado está claro que lo más probable es que venga de un adulto y solo en un 7,7% va a venir de otro niño. Los espacios donde se han infectado claramente son los domicilios donde se relajan las medidas ,y en los colegios, como han sido más estrictos y lo han hecho muy bien, han estado más protegidos.

O sea, los niños son menos transmisores del virus.

Sí, cuando ellos han llegado al domicilio han infectado menos que cuando llega el padre o la madre con la infección.

El hecho de que se haya centralizado la atención en la Covid-19 ha retrasado el diagnóstico y las pruebas en otro tipo de patología. ¿Esto se extrapola a Pediatría?

Igual que en adultos lo han reflejado claramente, a nivel de consultas externas, que es nuestra mayor afluencia de niños derivados desde Atención primaria, hemos mantenido la puerta abierta, hemos tenido consultas presenciales durante todo el tiempo, evidentemente con menos porcentaje durante la primera fase de la pandemia. De hecho, el número de tumores en niños que se ha diagnosticado ha sido similar a otros años, incluso con picos en determinados momentos, entonces no ha habido más retraso. Han seguido acudiendo a Urgencias, llamando a su pediatra y la rutina nuestra se ha mantenido. Hemos tenido un desplome drástico de las infecciones respiratorias y eso es muy llamativo en Pediatría. Nosotros teníamos un pico de incidencia de infecciones respiratorias desde noviembre a marzo, sobre todo por el virus respiratorio sincitial y algo por la gripe y, sin embargo, ha caído a cero. Nuestra epidemia anual era esa y los ingresos han disminuido mucho. Sin embargo en patología avanzada hemos mantenido el mismo número de pacientes.

La jefa de servicio de Pediatría del Materno.

La jefa de servicio de Pediatría del Materno. / Álex Zea

Las farmacéuticas ya están probando la efectividad de sus vacunas en niños, ¿hay predisposición en las familias para administrar las dosis a sus hijos?

Mucho. Nuestro hospital es centro de referencia de Málaga provincia entera entonces nosotros atendemos a niños más complejos de Pediatría, con enfermedades crónicas. Entonces son las familias a las que más les preocupa el tema del Covid y llevan preguntando por la vacuna desde el primer día. Ahora mismo están en ensayos clínicos, han empezado ya en niños sanos. El Hospital de Antequera es uno de los centros que en Málaga ha participado activamente en reclutar niños sanos y nos llamaron para ofertarnos la posibilidad de incluir a niños inmunodeprimidos, sobre todo niños trasplantados tanto de órganos como de médula ósea, y niños que reciben tratamiento inmunosupresor, porque esos niños en Málaga están concentrados en nuestro hospital. Nos han dicho de participar para la vacuna de Pfizer y sería para empezar en verano o un poco después.

¿Y aceptarán esa propuesta?

Sí, sí. Yo he dicho que estoy dispuesta. Solo falta que Pfizer nos dé el ok como centro, que diga que cumplimos los requisitos que ellos quieren. Yo les dije que por supuesto estamos encantados de participar porque eso beneficiaría a nuestros pacientes más delicados y creo que un hospital como el nuestro tiene capacidad para participar en ese tipo de ensayo.

Cuando concluyan estos ensayos, la vacuna será segura para los niños...

Estoy segura que sí. Lo que están viendo es la dosis porque como en Pediatría tenemos un rango de edad muy amplio, desde un lactante que se empieza a vacunar con cuatro o seis meses hasta 14 años que asistimos en el hospital. Un niño de 13 o 14 años puede ponerse probablemente una dosis similar a la de adultos pero un lactante no. Entonces están probando cuál sería la mínima dosis eficaz y con mejor perfil de efectos secundarios. Yo estoy convencida. De hecho, los resultados preliminares en niños de 12 años han dado una protección que hasta ahora no había dado ninguna vacuna. Hablaban del 100%.

¿Cómo cambiará la atención pediátrica y el entorno de los niños cuando se sumen a la vacunación?

Yo creo que es la clave. Hasta que no lleguemos a que los niños estén vacunados no se va a poder bajar la guardia, porque para poder llegar a un porcentaje de vacunación amplio que permita disminuir las medidas de barrera los niños creo que tienen que estar también siendo partícipes de la estrategia de vacunación. Aunque creo que no debemos, una vez toda la población esté vacunada, anular todas las medidas. En determinados momentos o en determinados grupos de población o familias con niños muy pequeñitos habría que mantener algunas medidas porque se ha visto claramente como, con solo eso, la estancia de infecciones respiratorias ha caído muchísimo.

Cuando los padres sospechen que su hijo puede tener Covid, ¿cuáles son los pasos a seguir?

Vale cualquier síntoma de alarma, sobre todo la fiebre, los síntomas gastrointestinales y los síntomas respiratorios. Y por supuesto en el momento que tenga, tiene que contactar con su médico, con su pediatra porque se han establecido muchos dispositivos para una detección precoz de la infección, tanto en los centros hospitalarios como en Atención Primaria, tanto con PCR como con test rápidos. No duden en llamar ante la duda porque es mejor evitar esa propagación que restarle importancia.

 ¿Cómo ha afectado al área de Pediatría la irrupción de la pandemia? 

 Cuando el confinamiento, tuvimos que restringir mucho las visitas presenciales para evitar aglomeraciones en las salas de espera. Establecimos mucho más las consultas telefónicas y, con todo, siempre abiertas a cualquier paciente. A medida que avanzó la pandemia y se controló mejor la cosa fuimos aumentando el porcentaje de presenciales pero sí hicimos una organización de las agendas de cada consulta para que estuvieran más limitados los tramos horarios y no se juntaran en las salas de espera; solo un acompañante por niño. A nivel de hospitalización, se delimitó un área para pacientes con sospecha de Covid, es decir, cualquier niño que ingresara con fiebre tenía que ir primero a ese área en espera del resultado de las PCR y una vez ya sabíamos que era negativo se reubicaba en la planta. Se ha instalado una máquina de PCR en Microbiología del propio Materno y los circuitos a nivel de la planta de hospitalización se han agilizado.