Urbanismo

Incertidumbre entre los comerciantes ante el inicio de las obras de Carretería

Los profesionales piden que el tráfico privado pueda seguir entrando por Postigo de Arance, lo que ahora se ha prohibido, para poder tener la máxima afluencia posible de clientes

José Antonio Sau

José Antonio Sau

Las obras de semipeatonalización de la calle Carretería, una de las auténticas rondas de circunvalación de la ciudad, han comenzado hoy. Desde primera hora, las piquetas se afanaban en destruir el asfalto en torno a la Tribuna de los Pobres y en esta última se cortaba al paso del público uno de sus tres tramos de escaleras. En esta primera fase de las cuatro previstas se actúa desde el semáforo de acceso al tramo final del Pasillo de Santa Isabel, a la altura de la Panadería El Polvillo, y afecta también a García Briz, Puerta Nueva y la Tribuna de los Pobres hasta el Postigo de Arance. Los comerciantes han vuelto a expresar hoy, una vez más, la incertidumbre que sufren ante el arranque de los trabajos.

Recuerden que el tráfico se ha cortado desde hoy entre el Pasillo Santa Isabel y Postigo de Arance. El tráfico privado puede discurrir por el recorrido alternativo que suponen la Avenida de la Rosaleda y Cruz del Molinillo-Ollerías. Los residentes y el transporte de mercancías pueden seguir entrando por Postigo de Arance. Para la carga y descarga se habilita, además de la acera norte, la acera sur entre calle Ollerías, Dos Aceras y Álamos. La línea 36 de la EMT modifica su recorrido.

El tráfico se ha cortado a primera hora y dos máquinas picaban ya el asfalto. Los viandantes, de cualquier forma, han podido pasar bajando la Tribuna de los Pobres o desde Puerta del Mar y el Pasillo Santa Isabel. No se han registrado atascos porque el tráfico privado está prohibido y así lo ha hecho saber a los interesados un guarda ubicado en esa zona para evitar, precisamente, atascos. Sólo un taxi ha entrado en Postigo de Arance. Pueden seguir haciéndolo los residentes y carga y descarga y transporte de mercancías, porque el acceso a los parkings puede hacerse, por ejemplo, por Ollerías.

En una zona, un par de obreros amontonaban andamios y varios camiones discurrían por la vía con el fin de depositar los utensilios para la obra. Se ha dejado abierto Postigo de Arace, que ha sido usada por algún taxi y por diversos peatones. La principal crítica es que no pueda pasar el tráfico privado: los clientes ahora no pueden cargar o descargar ellos mismos los productos y no puedan parar un poco para hacer sus compras.

Preocupación entre los comerciantes de Carretería

Miguel López, de Cristalería Malagueña, dice que hoy "es aún mayor la preocupación. Nos ha llegado la comunicación de que cierran el acceso a la calle un día o dos antes de empezar. Sólo dan acceso a residentes y a carga y descarga. Se les olvida que el cliente tenga la posibilidad de acceder, eso fue lo primero que hablamos con ellos hace tres años y medio. Siete meses cortado hasta Postigo de Arance, se nos deja sin coches normales. Que pongan algo sólo para el comercio, que puedan recoger en el comercio, yo esperaba que fuera dentro de dos años y, sin previo aviso... Hay cosas que recoger, habrá que llevárselo a los clientes". Y añade: "Recuerde que salimos de una pandemia. Llevamos aquí 70 años. ¿Qué buscan, el hundimiento de los padres de familia?"

Miguel López, de Cristalería Malagueña.

Miguel López, de Cristalería Malagueña. / J.A.S.

Enrique Ortigosa, dueño de la librería Renacer, dice que él ha podido hacer la carga y descarga de hoy porque han cortado de momento sólo hasta Postigo de Arance. "Si sobrevivimos al estado continuo de obras en calle Granada, sobreviviremos a dos años en Carretería. Las obras, a priori, no son buenas noticias. La clave es quién puede resistir económicamente hasta que terminen las obras". Destaca que, en Carretería, la clave es que "los que van para arriba lo hacen en coche y nosotros somos invisibles, y los que bajan van a Uncibay. El que pasa por aquí va al mercado. No somos un sitio de paso. El tema es que puedan seguir viniendo y no se asusten cuando empiecen las obras".

Dice que él no va a tener problemas para seguir abierto porque el recodo que hay ante su negocio tiene anchura suficiente y, además, los peatones pueden entrar y salir por San Francisco. "Debo mantener abierto. Dicen que cuando esté terminado, al circular lento, el que venga a comprar sí podrá ser atendidos". Cree que el menudeo, con la obra, "se lo van a cargar, nadie va a querer venir a ver lo que hay". Lo que no sabe es cómo darán entrada a los compradores cuando acabe la obra, pero alguna forma habrá que arbitrar para ello, porque con la semipeatonalización de Carretería se acabó el tráfico privado.

Enrique Ortigosa, de librería Renacer.

Enrique Ortigosa, de librería Renacer. / J.A.S.

Antonio Navarro, uno de los dueños de Navarro Hermanos, considera que deberían seguir dejando entrar al tráfico privado estos días con el fin de que pudieran pasar frente a los comercios de la calle.

"Por lo pronto nos va a afectar bastante, si cumplieran lo que han dicho, que va a ser por tramos, y pudiera entrar gente nos afectaría menos, pero tendremos que aguantar como sea y a ver lo que pasa, porque esta va a ser una obra larga, dicen año y medio, bueno, si fuera año y medio podríamos llorar con un ojillo. ¿Después qué va a pasar? Pues que vamos a ganar mucho. Se hace una calle peatonal, va a ser como calle Larios y ganaremos, pero por lo pronto nos fastidia un poco", dice.

"Por ahora la carga y descarga se podría hacer, según nos prometieron, y yo creo que lo promete el alcalde lo cumple. No sé qué va a pasar, pero creo que sí que no tendremos problemas ninguno. De momento entra gente, pero menos gente, porque al no poder pasar los coches, aquí tampoco se puede aparcar, entra menos gente, vamos a ver lo que pasa, tendremos que aguantar, ¿qué hacemos?", recalca.

Antonio Navarro, uno de los históricos de Navarro Hermanos.

Antonio Navarro, uno de los históricos de Navarro Hermanos. / J.A.S.