Una bioquímica malagueña dentro del ensayo de la vacuna española

Cita previa, unos minutos en la sala de espera seguidos de un pinchazo, un cuarto de hora aguardando después por si las moscas y a casa. La administración de la vacuna de Hipra no difiere mucho de sus predecesoras internacionales. El preparado de la farmacéutica española se encuentra en la última fase del ensayo clínico antes de su comercialización.

«Me fío al cien por cien de los científicos españoles, en mi opinión son los mejores del mundo, y si una vacuna llega a la Fase III es porque es segura». Julia Llinares es una de las voluntarias que está participando en el ensayo de la vacuna española. A esta joven malagueña la mueve la inquietud de la que es su profesión, Bioquímica, por lo que, cuando se presentó la oportunidad de formar parte de un hecho histórico para la ciencia española, no tuvo ninguna duda.

Julia ha estado siguiendo muy de cerca las últimas novedades y avances científicos que han ido surgiendo con motivo de la pandemia de Covid-19. Al tanto de los últimos movimientos de los grupos de investigación científica, relata cómo fue el momento en el que se decidió a dar el paso y participar en el ensayo del preparado que está desarrollando la farmacéutica biotecnológica Hipra: «Estaba con mi amigo cuando vimos en internet que estaban buscando voluntarios para este ensayo, y dijimos pues vamos a a contribuir a ayudar a la ciencia».

El Regional ya administra la vacuna de Hipra a los primeros voluntarios

Una inscripción vía correo electrónico y un par de semanas de espera. «A la semana y media o los quince días me llamaron para citarme el jueves 24 por la mañana». El ensayo se está llevando a cabo en el Hospital Regional de Málaga, uno de los 19 centros hospitalarios en los que se está desarrollando la Fase III de esta vacuna.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) autorizó el pasado 1 de febrero el ensayo clínico Fase III de un preparado que «está demostrando buena tolerabilidad, un buen perfil de seguridad y una respuesta potente frente a las variantes, incluida ómicron». El objetivo es continuar con la evaluación de Hipra como una vacuna de refuerzo, confirmar que ese recordatorio amplía la protección frente a nuevas variantes y que prolonga el efecto preventivo de la vacunación.

El preparado de Hipra será administrado como pauta de refuerzo en pacientes que ya hayan sido inoculados con una o dos dosis de las vacunas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca o Janssen. Por el momento, la inoculación en los voluntarios no está distando mucho de la de los preparados de estas otras farmacéuticas.

La vacuna española de Hipra iniciará su última fase de ensayos clínicos antes de que la EMA dé el visto bueno

Poco después del mediodía, Julia ya estaba vacunada. Había sido citada en el Regional, donde tuvo que acudir en ayunas y registrarse a su entrada. «Ya en la sala de espera te dan un papel con un montón de información sobre cómo va el ensayo y un consentimiento. Cuando lo lees todo te pasan con el médico». Una vez en consulta, la joven se somete a una serie de preguntas rutinarias necesarias para el estudio: medicación, enfermedades, si ha pasado o no la Covid-19 y con qué pautas se vacunó anteriormente.

Con todo este proceso completado, y firmado el consentimiento, la primera parte de este ensayo consiste en la extracción de una muestra de sangre, con la que se medirá el nivel previo de anticuerpos. «Después te ponen la vacuna, esperas 15 minutos y listo».

«Me fío al cien por cien de los científicos españoles, en mi opinión son los mejores del mundo. Si una vacuna llega a la Fase III es porque es segura»

La joven tendrá que volver dentro de dos semanas, relatando los síntomas que haya experimentado durante los siete días posteriores a la inoculación. Para ello le han facilitado una especie de diario en el que tendrá que ir apuntando sintomatologías como fiebre, dolor físico, hinchazón en el brazo, náuseas o vómitos, y numerarlos del 1 al 4. Las revisiones tendrán que producirse dos veces más, una a los seis meses y otra una vez haya transcurrido un año. «Me irán sacando sangre e irán viendo los niveles de anticuerpos».

Al igual que Julia, son muchos los jóvenes malagueños comprometidos con el ensayo de la vacuna española. «Conozco a mucha gente, de mi clase y del laboratorio en el que trabajo que han participado, muchísima gente joven ha querido participar. Esto demuestra que los jóvenes confían en la ciencia», asegura.

Encantada con su decisión, Julia relata emocionada cómo ha sido vivir este proceso: «Estoy muy orgullosa». Al ser científica, evidentemente, quiero apoyar a la ciencia lo máximo posible. Que con el poco presupuesto que hay en España, hayan conseguido sacar adelante esta vacuna, que no está dando apenas efectos secundarios y está teniendo, por ahora, buenos resultados, es de admirar. Yo encantada de apoyar en todo lo que haga falta, y todo mi entorno también está súper contento».

La vacuna de Hipra se adentra en la fase final de los ensayos

Efectos secundarios

¿Fiebre, dolor muscular o algún otro síntoma posterior a la vacuna? «Me pesa un poco el brazo pero vamos, estoy de compras probándome ropa, así que sin mucho problema». Un día después de haber sido inoculada con la vacuna de Hipra, la malagueña asegura estar haciendo vida normal.

Y esto parece repetirse en una gran mayoría de casos. «Conozco a un montón de gente que ha participado y ninguno ha tenido fiebre ni lo ha pasado mal, como mucho dolor de brazo y ya está», asegura la joven.

Por el momento, la Fase III de la vacuna española continúa su avance y todo parece indicar que con buenos resultados. El virólogo José Antonio López-Guerrero ve en ella una alternativa perfecta como dosis de refuerzo, «al reflejar una inmunización de tres variantes. Además, es una vacuna proteica, estándar y fácil de modificar en cualquier momento».

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