Una gran bandera de Ucrania en el Museo Ruso

La semana pasada nos hacíamos eco de la lamentable involución de Vladímir Putin, que ha pasado de ser un déspota ruso más, de los muchos que a lo largo de la historia han oprimido a su pueblo, a transformarse en enemigo de la Humanidad.

Del arte ruso en Málaga y el matón del Kremlin

Si antes los candidatos a sucederle en el cargo debían alarmarse si encontraban un regusto amargo en el café o si a su casa llamaba la policía, ahora es todo el mundo civilizado el que tiene enfrente a este perturbado imperialista.

Frente a la tesitura de continuar o no con una condecoración concedida en 2018 por un fulano tan poco recomendable y que además puede terminar ante un Tribunal Penal Internacional, nuestro alcalde Francisco de la Torre ha cedido y ha devuelto la medalla Pushkin; en el contexto actual, tan reprobable como lucir una condecoración impuesta por Hitler, Stalin o Milosevic.

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Las aguas volvieron a su cauce y por otro lado, en el debate entre cerrar el Museo Ruso de Tabacalera y no permitir nuevas exposiciones temporales que den más dinero al dictador. mientras siga con la invasión de Ucrania, el Ayuntamiento ha optado de momento por lo segundo.

En Málaga se miden lo pasos para que siga abierto el museo y no dañar el plantel museístico de la ciudad, que sin duda crea muchos puestos de trabajo, aunque en más ocasiones de la cuenta y pese al nombre internacional que haya detrás y el canon millonario que se paga por ellos, sean, por desgracia, precarios.

Pero en unos tiempos en los que hasta Suiza ha dejado de ponerse de perfil, Málaga puede hacer más, aunque sea de forma simbólica, para mostrar su rechazo al tirano del Kremlin.

Y no es ninguna barbaridad sino un gesto simbólico muy coherente el que propone Pablo, un lector de La Opinión, que hace unos días ha hablado con esta sección desde Bruselas, donde vive desde hace lustros.

Propone este malagueño que el Museo Ruso de Málaga exhiba en su fachada una gran bandera de Ucrania. Puesto que se trata de un centro cultural municipal que expone obras de este gran país, y dado que el centro ya se ha manifestado públicamente en contra de la guerra y señalado que irá de la mano con las decisiones del Gobierno de España y de la Unión Europea, nada impediría este gesto hermoso de apoyo a Ucrania y a la numerorísima colonia ucraniana que hay en Málaga.

No sería el primer museo europeo que se solidariza con el país invadido y gestos como este quizás hagan repensar a quienes abogan por cerrarlo de manera inmediata.

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