Desahucio

El "modus operandi" de El Perchel se repite en Santa Julia: 200 familias constituyen una plataforma para luchar contra el desahucio

Algunos vecinos llevan viviendo más de 20 años de alquiler en esta barriada de Cruz de Humilladero, que pertenece a tres propietarios - Denuncian la degradación de los edificios, donde proliferan las ratas y las cucarachas

Vecinos de Santa Julia reunidos con miembros del PSOE y la asociación Abanico Solidario.

Vecinos de Santa Julia reunidos con miembros del PSOE y la asociación Abanico Solidario. / L.O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Se repite el "modus operandi" de El Perchel en otra barriada malagueña, en este caso, en Santa Julia, en Cruz de Humilladero, donde 200 familias que viven de alquiler con renta antigua han constituido una plataforma -Santa Julia no se vende- como primer paso para luchar contra el desahucio.

La barriada completa, según explica Abanico Solidario, pertenece a tres propietarios, herederos de las antiguas familias que eran dueñas de estas viviendas. Su intención es, denuncia Francisco Álvarez, presidente de la asociación malagueña antidesahucios, "dejar morir" los edificios con la intención de forzar la salida de los inquilinos para poder venderlos.

"Hay tres propietarios, son tres herederos y cada cual está teniendo sus propias armas de destrucción masiva para echar a la gente a la calle", critica el presidente de Abanico Solidario.

Por tanto, asegura, pese a que a los vecinos se les cobra entre 40 y 50 euros por el mantenimiento de la comunidad, los edificios están en una situación de completa degradación, donde proliferan, además, ratas y cucarachas.

Además, de la dejadez de las viviendas, los inquilinos -algunos de ellos llevan más de 20 años viviendo en el barrio- están sufriendo subidas del alquiler por encima del IPC, en algunos casos excusándose en que son beneficiarios de una ayuda del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) para poder subirles la cuota. Así, en algunos casos han pasado de tener un contrato de renta antigua de 300 euros a 550 euros al obtener la subvención municipal pero cuando dejan de percibirla, la subida del alquiler se mantiene aunque ya no pueda ser asumida por el inquilino.

"Después les quitan la ayuda al alquiler y les quieren echar reclamándoles el contrato nuevo", señala Álvarez, que asegura que a algunos vecinos los administradores les han ofrecido pagar 50.000 euros para quedarse con la casa.

Desde el grupo municipal socialista, que se ha reunido esta mañana con Abanico Solidario y representantes vecinales, subrayan que "de la noche a la mañana" se les ha subido un 30% el precio del arrendamiento con el objetivo de expulsar a los inquilinos.

Esta nueva plataforma vecinal Santa Julia no se vende tiene previsto aliarse con la de El Perchel No se vende -compuesta por el medio centenar de afectados por la operación inmobiliaria entre las promotoras Vitrubia y Dazia Capital- y, tal y como adelanta el presidente de Abanico Solidario, pedirán la convocatoria de un pleno institucional al Ayuntamiento de Málaga para exponer la situación de los vecinos y pedir soluciones, como ya ocurrió el 23 de febrero con los inquilinos percheleros.

Por su parte, la concejala socialista Alicia Murillo ha pedido al Ayuntamiento que "que actúe ya, que ayude a los vecinos y les asesore ante esta despersonalización de los barrios de Málaga" y ha vuelto a recriminar al alcalde, Francisco de la Torre, un modelo de ciudad "que no vela por la calidad de vida de los malagueños".