Urbanismo

La Academia de San Telmo criticó en el informe para Cultura el deterioro paisajístico que provocará la Torre del Puerto

La academia malagueña subrayó el «carácter irreversible y negativo» del rascacielos en el paisaje. La Real Academia de San Fernando, por contra, se mostró «muy cautelosa» con el posible expolio

Una de las infografías promocionales del hotel rascacielos.

Una de las infografías promocionales del hotel rascacielos. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

La Real Academia de San Telmo, a petición del Ministerio de Cultura, envió un informe el año pasado, al que ha tenido acceso este periódico, en el que advirtió de las consecuencias negativas que para la imagen de la ciudad tendrá la construcción del hotel Torre del Puerto en el Dique de Levante, rebajado por los promotores, tras el aluvión de críticas, de 135 a 116,6 metros.

Pese a la reducción de tamaño, la veterana academia malagueña sostiene en el informe que, en atención al Convenio Europeo del Paisaje, ratificado por España en 2007, se vulneran varios apartados de artículos, entre ellos el que hace referencia a una gestión paisajística correcta que garantice «el mantenimiento de un paisaje, con el fin de guiar y armonizar las transformaciones inducidas por los procesos sociales, económicos y medioambientales».

Por este motivo, para San Telmo sí existe expolio en términos jurídicos para el Patrimonio Cultural de Málaga porque «el hecho irreversible de la construcción del hotel altera -y para siempre- la imagen del Centro Histórico de la Ciudad y la relación de ésta con su Puerto». En este sentido, la academia recuerda la propia resolución de Cultura de julio de 2021 que consideraba el Puerto, «parte fundamental de la creación del Conjunto Histórico de Málaga».

El informe subraya que la construcción del rascacielos supondrá contar «con un auténtico hito referencial pero en sentido negativo (...) como el ejemplo materializado de lo que una ciudad no debe hacer si con ello se daña su imagen con carácter perenne e irreversible. Y lo que es peor, en aras de (...) una falsa modernidad de la que en nuestro país hemos tenido ocasión de padecer con tanta frecuencia».

Por último la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, que remarca que el hotel provocaría una «contaminación visual de alto impacto que perturba, radicalmente y para siempre, la percepción de la imagen de la ciudad» se hace las siguiente preguntas: «¿Es necesaria esa torre?, ¿es necesaria ahí?» y recuerda que desde que se construya, «la visión de la ciudad sería otra y no habría forma alguna de volver atrás pues la eliminación de lo construido sería de tal importe económico que la ciudad no podría asumirlo».

Cautela de San Fernando

La postura de la academia malagueña contrasta con el informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, también remitido al Ministerio de Cultura.

En el resumen de las actas de la Comisión de Monumentos y Patrimonio Histórico, de octubre de 2020, al que ha podido acceder este diario, la institución nacional señala en un único párrafo de conclusiones que se muestra «muy cautelosa» con la motivación del Ministerio de Cultura de que pudiera existir expolio, al señalar que no ha tenido en cuenta que el hotel rascacielos «forma parte de la tendencia a la construcción en altura en distintos puntos de la ciudad de Málaga, cuyos proyectos, de todos conocidos, están bastante más cerca del límite del Centro Histórico que la ‘Torre del Puerto’».

Como informó este diario la pasada semana, la Academia de la Historia también fue consultada por el Ministerio de Cultura y alertó en su informe de los «daños irreparables» que el hotel rascacielos tendrá en el paisaje y el patrimonio histórico de Málaga.

Sin embargo, como también informó La Opinión, la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura resolvió en marzo que no había evidencias probadas para hablar de «expoliación» en este controvertido proyecto. No obstante, en la resolución también reconocía que «en nuestro país actualmente, no existe marco legal que establezca criterios concretos para valorar adecuadamente la afección al paisaje», algo que ni siquiera se exige en la evaluación estratégica ambiental, admitió Cultura.

En ‘España fea’

La polémica sobre esta construcción de capital catarí ya se ha trasladado a los libros, dado que la Torre del Puerto se incluye como ejemplo de atentado urbanístico en el reciente ensayo ‘España fea. El caos urbano, el mayor fracaso de la democracia’ (Debate), publicado en abril.

Se trata de una recopilación de las agresiones urbanísticas más relevantes desde la muerte de Franco, una obra del antiguo jefe de Cultura del diario El País, Andrés Rubio, en la que aboga por una «conciencia paisajística» en España, en la línea de lo que el Estado francés lleva a cabo con éxito desde los años 70, especialmente en la protección del litoral.

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