Crónicas de la ciudad

A la sombra de los árboles del parque de Sixto

El precioso parquecito de esta barriada de la Carretera de Cádiz fue un logro de los vecinos. La zona verde se levantó sobre una antigua escombrera

Don Antonio Belgrano, en el centro, acompañado por dos directivos de la asociación de vecinos, el martes en el parque de Sixto.

Don Antonio Belgrano, en el centro, acompañado por dos directivos de la asociación de vecinos, el martes en el parque de Sixto. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En contra de lo que sostienen intelectuales de gran prestigio en su hogar como Donald Trump, el cambio climático es una evidencia impepinable que en este rinconcito del Mar de Alborán puede simbolizarse con la imagen del Sáhara llamando a nuestras puertas, en forma de altas temperaturas, calima y avance de la desertificación.

El pasado martes, día de terral malaguita, la Carretera de Cádiz era un purgatorio en el que los viandantes aparcaban sus objetivos en la vida por un poco de sombra.

En la barriada de Sixto cuentan con ella desde hace cerca de medio siglo. La calle Niño Jesús de Praga comunica la avenida de Velázquez con el cuidado parque vecinal. Sixto, por cierto, hace referencia a la antigua Haza de Sixto, la zona de sembrados donde se levantó el barrio a finales de los 50 o bien a inicios de los 60, según datos de los vecinos.

Uno de ellos, por cierto, es don Antonio Belgrano, primer presidente de la asociación de vecinos del barrio, que el martes se refugiaba del terral a la sombra de los ficus del parque, donde la temperatura baja varios grados. Don Antonio, que estaba acompañado por un par de miembros de la actual junta vecinal, recordaba que donde hoy hay una zona verde vegetaba un solar abandonado frente a la Realenga de San Luis donde los más desaprensivos echaban los escombros.

Otro rincón del parque.

Otro rincón del parque. / A.V.

Como ayer explicó don Antonio, los vecinos se plantaron, nunca mejor dicho, para conseguir el parque. «En mi escritura se decía que tenía un piso con zona verde, ¿dónde estaba la zona verde?», se preguntaba.

Al parecer, la movilización llegó cuando entre los planes urbanísticos se encontraba el instalar justo en esa parcela un ambulatorio. «Le dijimos al alcalde que si no había parque cortábamos la Carretera de Cádiz», recuerda.

En 2001 otra versión recogida por el firmante aseguraba que lo que se planificó en la parcela fue un colegio, que finalmente fue el Rosario Moreno de La Paz.

Lo que don Antonio no recuerda es con qué alcalde tuvo lugar esta reclamación vecinal. Según la versión de 2001 de otros vecinos, se trató de Cayetano Utrera, aunque el aspecto actual del parque no llegaría hasta 1982.

El antiguo presidente vecinal sí recuerda que un vecino se encargó de hacer el pozo que mantenía la zona verde. En nuestros días es un cuidado parque municipal, en cuyo interior se encuentra la sede de la asociación de vecinos, gracias a una colecta en el barrio por la que cada vecino aportó 100 pesetas y un ladrillo.

La sombra de los árboles, defendidos con tesón, regala hoy salud y calidad de vida al luchador barrio de Sixto.

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