Cueva de La Araña

¿Qué dice el informe independiente de la Cueva de las Estegamitas?

El estudio fue elaborado por el Instituto Geológico y Minero de España, la Universidad de Málaga y la Asociación Española de Espeleología - Cuenta con unas formaciones geológicas excepcionales, hay una población de murciélagos y se han encontrado restos óseos de mamíferos

Interior de las Cueva de las Estegamitas.

Interior de las Cueva de las Estegamitas. / Francisco Gutiérrez Ruiz

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

El pasado 10 de abril, un grupo de 24 científicos y espeleólogos se adentraron en la entonces llamada Cueva de las Maravillas para iniciar una investigación de la nueva cavidad que se descubrió, casi de casualidad, durante los trabajos en la cantera de la Financiera y Minera.

Con la autorización de la cementera y reunido el equipo, comenzaron tres meses de investigación en las que se realizaron 178 asistencias a la cueva en 38 jornadas de trabajo. Así, se encontraron más de 1.300 metros de cavidad kárstica descubierta junto a La Araña, prácticamente el doble de lo que se había descubierto en una primera incursión a la gruta.

Los resultados son tan "excepcionales" que convierten a la cavidad "única en el mundo". Así lo sostiene el informe independiente elaborado por el Instituto Geológico y Minero de España, la Universidad de Málaga (UMA) y la Asociación Española de Espeleología, que se dio a conocer la semana pasada. Según señalan en el estudio, la investigación se desarrolló sin ningún tipo de apoyo económico. Las incursiones finalizaron el 10 de julio de 2022.

Cueva de las Estegamitas, en La Araña.

Cueva de las Estegamitas, en La Araña. / L.O.

Los investigadores principales son Juan José Durán Valsero, Profesor de Investigación del IGME-CSIC y Académico de la Academia Malagueña de Ciencias e Iñaki Vadillo Pérez, Profesor Titular del Departamento de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga. El equipo de espeleólogos ha estado coordinado por José Enrique Sánchez, Técnico Deportivo Superior en Espeleología, de la Sociedad Excursionista de Málaga y Presidente de la Asociación Española de Espeleología.

Estas son las principales conclusiones:

La entrada a la cueva se encuentra a unos 77 metros sobre el nivel del mar y a unos 500 metros de la línea costera actual. En concreto, se encuentra en el "Cantal Chico", una parte de la cantera de calizas propiedad de la empresa Financiera y Minera que se emplea en la fabricación de cemento. Se han explorado y topografiado un total de 1.303 metros aunque los expertos aseguran que quedan zonas por investigar.

Cueva de las Estegamitas, en La Araña.

Cueva de las Estegamitas, en La Araña. / Francisco Gutiérrez Ruiz

Por su longitud, ocupa el puesto número 19 en el listado de las grandes cuevas malagueñas según su desarrollo horizontal y por su disposición, es considerada como la más accesible en todo el municipio malagueño.

Un hito geológico

Los investigadores consideran que la cueva supone un "hito geológico de relevancia mundial" debido al elevado número de estegamitas que presenta, así como el buen estado de conservación en el que se encuentran.

Imagen de una de las estegamitas de la Cueva de La Araña.

Imagen de una de las estegamitas de la Cueva de La Araña. / Francisco Gutiérrez Ruiz

Las estegamitas son una variedad "enormemente inusual" de espeleotemas, esto es, formaciones geológicas como puede ser una estalactita o una estalagmita. En el caso de las estegamitas, según el informe, "se forman desde el suelo por el agua que fluye desde una grieta en la calcita, sumando finas capas de este material", Por su aspecto, se hace alusión a la forma de la cresta de los extintos Stegosaurus.

Debido a la gran cantidad de estegamitas que conserva, los espeleólogos y científicos decidieron rebautizarla como la Cueva de las Estegamitas, formaciones de las que solo hay referencias en otras tres cavidades del planeta, en Puerto Rico, Australia y Eslovaquia.

Murciélagos y restos óseos

Dentro de la cavidad habita una población de murciélagos que, suponen, deben de entrar por una entrada exterior no localizada. En este sentido, los investigadores recuerdan que los quirópteros están protegidos al encontrarse en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Restos óseos hallados en la cueva.

Restos óseos hallados en la cueva. / L.O.

Asimismo se han encontrado sedimentos detríticos con restos óseos de micromamíferos "muy abundantes", además de un caso de huesos fósiles de gran tamaño "que evidencian la presencia pasada de grandes animales en su interior en algún momento de su evolución".

También hay evidencias interpretadas como zarpazos de oso pardo o como grabados antrópicos, es decir, realizados por el hombre. En este sentido, indican que estos descubrimientos requieren un análisis "urgente" por especialistas.

Seguir investigando

Los autores de este estudio aseguran que aún hay análisis complementarios (químicos, isotópicos, geoquímicos, hidroquímicos, mineralógicos, de microscopía electrónica y geocronológicos, entre otros) que se están realizando y que aportarán más datos en los "meses venideros".

A esto los investigadores subrayan la necesidad de seguir explorando la cueva.

Equipo investigador, en la Cueva de las Estegamitas.

Equipo investigador, en la Cueva de las Estegamitas. / Francisco Gutiérrez Ruiz

"Hay un choque de trenes entre la cantera que tiene todo el derecho legal de explotar la roca porque para eso tiene una concesión, pero por otro lado es una cueva que tiene una riqueza geológica única en el mundo y al menos habría que sentarse y pensar cómo se podría preservar. Con el esfuerzo y ganas de diversos organismos, la cantera y haciendo investigación, se puede llegar a un consenso para salvar la cueva", explica a este periódico Iñaki Vadillo Pérez. "Ningún organismo oficial de la Junta de Andalucía, que son los encargados de poder paralizar esa explotación, han aceptado oficialmente la postura de lo que hemos encontrado y ahora mismo no hay ningún papel que impida que se explote la roca de la cueva".

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