Entrevista | Miguel Ángel Oeste Escritor

«Mi casa no era un lugar seguro sino un campo de batalla, el vivir alerta día a día»

El autor malagueño ha conmocionado el panorama literario español con ‘Vengo de ese miedo’ (Tusquets), un libro en el que novela su infancia y adolescencia en el barrio de Pedregalejo, marcadas por un padre maltratador. Para Manuel Vilas, la literatura española entra en la mayoría de edad con esta novela

Miguel Ángel Oeste, la semana pasada en las playas de Pedregalejo.

Miguel Ángel Oeste, la semana pasada en las playas de Pedregalejo. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Miguel Ángel Oeste (Málaga, 1973), cercano y afable, habla de ‘Vengo de ese miedo’ (Tusquets), una novela en la que él es el protagonista y que le ha llevado cerca de 13 años de trabajo. El esfuerzo está siendo recompensado por importantes voces de la literatura española que avalan su calidad literaria.

Para Manuel Vilas, su novela significa «la mayoría de edad de la literatura española, un paso hacia adelante». ¿Cómo se queda?

Ha sido muy generoso que haya salido públicamente porque no lo conozco. Me ha emocionado. La verdad es que colegas que no conozco se han mostrado muy entusiastas y lo agradezco mucho.

¿Faltaba en nuestra literatura enfoques como este?, ¿llena un vacío?

No lo sé. Escribo para constatar un poco el dolor. Siempre intento poner un poco el acento en la cara B de las cosas. En la sombra, en lo que no se suele mostrar, creo que desde el primer libro. Pongo el foco en la penumbra para escribir aquello que no se quiere mostrar.

Hablando de cara B esta novela muestra también la de la Costa del Sol.

Esta zona de Pedregalejo y El Palo era una zona muy humilde de pescadores en esos años 70 y se enfrenta a toda la apertura de Torremolinos y Marbella. Pero el foco lo pongo en el después, en esa cara B de sombras que dejó a mucha gente muy tocada.

"La novela tiene muchas cosas de mi biografía pero la realidad era siempre peor que eso"

undefined

¿El narrador de ‘Vengo de ese miedo’ es usted?

Es un texto que apela a mi experiencia, tiene muchas cosas de mi biografía pero la realidad era siempre peor que eso. He dejado muchas cosas fuera. Es mi vida pero contada de forma literaria para que tenga un efecto sobre el lector. Lo veo como un artefacto estético, con un estilo. Para mí la escritura es el estilo y una manera de estar en el mundo, es un límite, por eso el texto es exigente porque interpela al lector, no lo deja indiferente. Eso es lo que intento.

Como dice el título, viene usted de ese miedo pero hay que ser muy valiente para abrirse y contar lo que cuenta.

Me lo dice mucha gente pero no me considero valiente sino un cobarde. Ver para escribir es ver de otra forma, una forma de hacer frente a la realidad, quizás para transformarla. 

¿En su infancia y adolescencia cómo vivía su entorno el maltrato familiar?

Mi padre me pegaba pero era muy habitual en la época. No era el único. Me pasó a mí pero le pasó a mucha gente. En este sentido la novela permite ponerse en el lugar de las víctimas. Creo que se escribe poco de eso.

Su familia vivía en un bloque de pisos, ¿ningún vecino llamó nunca a la policía ante el maltrato a usted, a su hermano o a su madre?

Nunca llamaron. Cuando mi padre llegaba borracho al portalillo me iba, no quería verlo por vergüenza y tampoco quería que los vecinos me viesen por vergüenza. La gente no hacía nada.

¿Su padre lo tendría más difícil en nuestros días?

Lo tendría más difícil pero sigue pasando.

"A mí me ha salvado la ficción, me han salvado los libros y los cómics: me salvó Peter Parker, Steve Rogers, Tony Stark o personajes como Holden Caulfield"

undefined

¿Cómo se forma una persona como usted, a la que en su casa la esperaba siempre un calvario?

Mi casa no era un lugar seguro sino un campo de batalla, el vivir alerta un día y otro día. A mí me ha salvado la ficción, me han salvado los libros y los cómics: me salvó Peter Parker, Steve Rogers, Tony Stark o personajes como Holden Caulfield.

¿Esa experiencia tan traumática le hizo escritor?

Lo he pensado y seguramente mi padre me convirtió en escritor. Todo tenemos miedos y tenemos fantasmas que van transformándose con el tiempo.

Pero esto es más que una novela sobre un maltratador.

Para mí el gran tema del libro no es la violencia familiar sino la escritura y sus efectos, tanto sobre quien escribe como sobre quien lo lee porque al final es una novela en marcha, escrita al compás del tiempo como hizo Richard Linklater en la película ‘Boyhood’.

En su caso, un proceso de escritura de 13 años.

Realmente no empecé en 2009 sino antes porque ya había escrito algunas cosas que no me gustaban y las tiré. Cuando comencé a escribir esta misma historia en 2009 lo hice en tercera persona y con personajes con nombres inventados, era una novela más convencional y con unos textos con una retórica... pero lo veía muy impostado. Cambié a la primera persona. Además, no se puede escribir bonito de lo feo, me gustan más los textos más directos, más secos.

¿Cómo ha recibido su familia la novela?

Bien. No he tenido ningún problema.

¿Le ha servido de algo la escritura de este libro?

Para llamar ‘padre’ a mi padre porque antes no podía.