Salud

El cribado del cáncer de pulmón, esencial para disminuir su mortalidad

La AECC explica que existen estudios que demuestran la utilidad del TAC de bajas dosis en la población de riesgo pero lamenta que no exista acuerdo sobre la implementación de este cribado - En Málaga, es el tercer tumor más frecuente tanto en hombres como en mujeres

La incidencia del cáncer de pulmón es mayor entre los hombres que entre las mujeres.  | L.O

La incidencia del cáncer de pulmón es mayor entre los hombres que entre las mujeres. | L.O / marta román. málaga

El de pulmón es el tercer tumor más frecuente entre los malagueños. En el caso de las mujeres, fue el pasado 2021 cuando este tipo de cáncer relegó al de piel y se situó entre los tres más frecuenciados en la población femenina. Y es que su incidencia no ha dejado de aumentar paulatinamente en los últimos años. La tasa es ahora de 64 casos por cada 100.000 habitantes, seis puntos más alta que en 2017, según el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

En lo que va de año, en Málaga se han diagnosticado 1.042 casos de cáncer de pulmón. Pese a no ser el más prevalente, este tumor es el responsable de un mayor número de muertes en Andalucía, en torno a un 20% informa la Consejería de Salud y Familias. Su incidencia es más elevada entre los hombres (96 casos) que entre las mujeres (33 casos). Sin embargo, resalta el aumento de la prevalencia entre estas últimas, pues hasta hace un año este tipo de cáncer no se encontraba entre los tres primeros. La AECC sostiene que este incremento se debe «probablemente al aumento del consumo de tabaco en mujeres».

La asociación advierte que entre el 80% y el 90% de los cánceres de pulmón se dan en personas fumadoras, o entre aquellas que hayan dejado este hábito recientemente: «Los fumadores tienen un riesgo de 10 a 20 veces mayor de desarrollar cáncer de pulmón, según el número de cigarrillos fumados al día, que los no fumadores». Del mismo modo, los fumadores pasivos también ven aumentado el riesgo de desarrollar un cáncer pulmonar.

En este sentido, la AECC informa de que «dejar de fumar disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, de manera que al cabo de 15 años se aproxima al de los no fumadores. Este descenso depende, sobre todo, del tiempo de consumo». Entre otros factores de riesgo destacan la ocupación laboral -trabajadores en contacto con amianto, petróleo, níquel o radón-; la edad o el sexo, el riesgo aumenta con la edad y los hombres poseen una tasa tres veces mayor que las mujeres; los factores genéticos o la contaminación.

Con motivo del Día Internacional Contra el Cáncer de Pulmón, que se celebrará el próximo 17 de noviembre, los expertos insisten en recordar la importancia de la prevención y defienden la necesidad de aumentar los programas de cribados, tal y como se hace ya con el de colon.

La AECC advierte de la dificultad de realizar un diagnóstico precoz de este tipo de tumor, lo que contribuye a que este sea -junto al de hígado, páncreas y esófago- uno de los cánceres con peor pronóstico, pues se suele diagnosticar en estadios avanzados. La promoción de los cribados espera contribuir a aumentar la supervivencia de los pacientes con cáncer de pulmón. «Según los últimos datos publicados , un 10,7% de los pacientes sobreviven más de 5 años», indica la asociación.

Actualmente, la AECC explica que existen estudios que demuestran la utilidad del TAC de bajas dosis en población de riesgo para disminuir la mortalidad. Sin embargo, lamenta, «no existe acuerdo sobre la manera de implementar correctamente este cribado».

Por lo tanto, actualmente y en la mayoría de los casos, el diagnóstico del cáncer de pulmón comienza en la consulta. Para ello es imprescindible valorar los síntomas y conocer los antecedentes del paciente. Con esta información, el médico valora la necesidad de completar el estudio con una serie de pruebas que comienzan por un análisis de sangre y de orina y prosigue con una radiografía de tórax; una citología de esputo, un tipo de mucosidad espesa que se produce en los pulmones; una broncoscopia o fibrobroncoscopia y una punción con aguja fina para obtener células de la lesión.

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Aunque los síntomas del cáncer de pulmón dependen de la localización y extensión del tumor, algunos de los más frecuentes son la tos, la disfonía, la disfagia o el dolor de espalda.

Uno de los motivos de consulta más habituales, explica la Asociación Española Contra el Cáncer, «es una tos persistente que no cede, o bien una persona que es diagnosticada de una infección respiratoria que no mejora adecuadamente tras el tratamiento habitual».

En otras ocasiones, el paciente nota un cambio en su voz, lo que se conoce como disfonía: «Este síntoma se puede producir cuando el tumor se extiende al mediastino y afecta al nervio recurrente que es el que mueve las cuerdas vocales».

También la disfagia es un signo de alerta. «El paciente tiene la sensación de que la comida se le queda detenida en la mitad del tórax. Se produce cuando bien el tumor o los ganglios afectados comprimen el esófago».

En algunos casos, el cáncer de pulmón puede causar dolor de espalda: «Se trata de un síntoma muy inespecífico y cuya causa más frecuente son otro tipo de dolencias. Ante la existencia de dolor de espalda, se recomienda la valoración por su médico de Atención Primaria, que manejará la situación según sus antecedentes y clínica en el momento de la consulta».

Tipos de cáncer de pulmón

Dentro del cáncer de pulmón se distinguen un conjunto de enfermedades muy diferentes entre sí. Las formas más comunes de cáncer de pulmón reciben nombres que dependen de las características de las células de las cuales derivan, distinguiéndose dos grandes grupos: carcinomas microcíticos y no microcíticos.

El primer grupo recibe su nombre por el tamaño de sus células, que son muy pequeñas. Es el causante de entre el 10% y el 15% de los casos y se localiza preferentemente en la zona central de los pulmones. Se caracterizan por su alta agresividad y crecimiento rápido.

El segundo, por su parte, representa entre el 85% y el 90% de los cánceres de pulmón. Los tipos más frecuentes son el carcinoma escamoso, el adenocarcinoma pulmonar y el carcinoma de células no grandes.

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