Las 4+1 razones por las que se apuesta por el transporte eléctrico y los puertos verdes

Visualízalo porque va a pasar. Esas ciudades que parecían cosa de un futuro únicamente palpable en los cines, están a punto de llegar. La electrificación del transporte es una realidad, y está tan cerca que hasta podemos saber cuándo será parte del día a día. Sí, ya hay fecha para esas carreteras mucho más libres de emisiones y repletas de coches eléctricos circulando. Allá vamos.

 En 2030, el 60% de todos los coches que se vendan en el mundo deberán ser eléctricos. Y el gran salto tan solo se dará cinco años más tarde, en 2035, cuando la cifra deberá ascender al 100%. 

Esta transformación no se dará solo en los vehículos, también se observará en lo que conocemos como puertos verdes, donde proyectos de empresas como Endesa acompañan junto a las instituciones en el objetivo de que todos los puertos de España estén electrificados en 2030.

Beneficios del transporte eléctrico y los puertos verdes

Ahora bien, ¿por qué hay tantos millones de euros apuntando en la dirección de la electrificación de los puertos y del transporte? Solo en el caso de la búsqueda de los puertos verdes, estamos hablando de una inversión pública de 4.750 millones de euros entre 2021 y 2025. ¿Tiene sentido tanta inversión?

La respuesta es muy clara: sí. ¿Por qué? Por ser la forma de luchar por un mundo sostenible. Estamos hablando de cambios muy importantes que buscan reducir el impacto del cambio climático y contribuyen a apostar por un futuro mejor para las próximas generaciones.

Por si queda hueco para alguna duda, quizá lo mejor es ser lo más concretos posible: ¿de qué manera se consigue todo esto?

4 razones para apostar por la electrificación del transporte

1. Es más eficiente

 Cuando hablamos de electrificar el transporte, lo primero que visualizamos es un coche eléctrico. Ese coche que tenemos en la cabeza puede ser hasta cinco veces más eficiente que modelos que funcionan con gasolina o diésel.

Cuando hablamos de eficiencia, a modo de recordatorio, nos estamos refiriendo a la relación que hay entre la energía que obtenemos y la energía que consumimos. Por lo que, cuando mencionamos que el coche eléctrico es más eficiente, estamos diciendo que, para una misma distancia, el eléctrico consume hasta cinco veces menos que un coche de combustión.

Electrificación en el transporte

Para quienes conducen uno de estos coches, algunos de los beneficios de esta eficiencia se traducen en un ahorro económico o en la posibilidad de autoproducir la energía con la que se mueve tu vehículo, entre otros.

2. Es cero emisiones

El transporte eléctrico no emite gases de efecto invernadero, los mayores amigos del calentamiento global. Evitando las emisiones provocadas por el coche, se logra mitigar la huella de carbono.

Los coches cero emisiones tienen esa pegatina azul que, cada vez más, sirve para poder acceder a distintas zonas de las ciudades españolas.

 3. Mejora la calidad del aire

Esquivar el uso de motores que funcionan con gasolina o diésel hará que se evite la emisión de toneladas y toneladas de gases de efecto invernadero. Sin duda alguna, apostar por la electrificación es un paso gigante en la dirección de la sostenibilidad.

4. Aumenta el nivel de confort durante la conducción

El paso hacia la sostenibilidad ya no viene solo. Además de reducir emisiones, la electrificación del transporte trae consigo el confort en la conducción. Entre la lucha contra la contaminación, se cuela una tecnología puntera que ofrece resultados muy avanzados.

Al conducir un coche eléctrico -o también podemos hablar de autobuses, pues en el mundo ya hay más de 500.000, o camiones, que son más de 350.000-, las vibraciones apenas se perciben y el ruido es prácticamente inexistente.

La conducción es fluida, cómoda y silenciosa. Además, se abandona la necesidad de ir a una gasolinera. Y, en contra del miedo que existe en relación a la falta de infraestructura existente para los vehículos eléctricos, la existencia de estos es cada vez mayor.

Endesa trabaja para facilitar el acceso a puntos de recarga públicos y privados con el objetivo de alcanzar los 56.000 puntos operativos a finales de 2023. En la actualidad, su red de carga, solo en las ciudades, ya cuenta con 2.100 puntos.

Los puertos verdes, el “+1” de la movilidad sostenible

Este es ese “+1” que comentábamos al principio. Quizá no es un tema que se hable tanto como el de los coches eléctricos, pero el transporte marítimo también está (y mucho) implicado en todo este cambio, en toda esta apuesta por la electrificación. Y lo hace, entre otras, a través de lo que conocemos como puertos verdes.

Antes de nada, ¿qué es un puerto verde? Se considera un puerto de este tipo a aquel que realiza su actividad portuaria causando el mínimo daño posible al medio ambiente, aportando medidas de mejora y control de calidad de aire, agua, ruidos y residuos. Es decir, cuando no solo tiene en cuenta su actividad económica sino que, además, se preocupa por el impacto que tiene en el medioambiente y en la sociedad.

Contar con puertos verdes es tremendamente importante pues el 2,5% de las emisiones mundiales las produce el transporte marítimo. Una cifra altísima, pero una fuerte posibilidad de decrecer. De hecho, justo eso es lo que supondría que los barcos consuman electricidad cada vez que atracan: un avance gigante en esa apuesta por la sostenibilidad como clave de futuro. 

Cuando los buques llegan a puerto, mantienen los motores auxiliares en funcionamiento para generar electricidad. Para apostar por los puertos verdes, resulta interesante entender que las emisiones de los buques en los puertos españoles (durante el tiempo que están atracados) es equivalente a las emisiones de millones de vehículos convencionales en movimiento. 

Las cifras hablan por sí solas. En gran parte se deben a que el gasoil marítimo utilizado por los barcos durante su atraque en puerto tiene unas 5 veces más NOx (óxidos de nitrógeno) y unas 100 veces más SOx (óxidos de azufre) que el diésel que utilizan los coches.

Visualiza el paso hacia las cero emisiones que supone el puerto verde. Estamos hablando de que, si se utiliza electricidad generada con un mix 100% renovable, se consigue una descarbonización total.