Política

Ciudadanos reserva para el 28M su última bala andaluza

En realidad, el verdadero líder de Ciudadanos en Andalucía es el político de esta comunidad que ha ganado peso en Madrid a medida que iba avanzado el éxodo masivo a las filas del PP. Se trata del diputado y líder del partido liberal en la provincia de Málaga, Guillermo Díaz, quien a día de hoy puede ser considerado una especie de número 3 -o a lo sumo 4- a nivel nacional en la cúpula de la formación naranja. La fuga al PP de sus principales exponentes en el Gobierno del cambio y la caída electoral han derivado en un Comité Autonómico municipalista y una estrategia radical contra el bipartidismo

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Frente al horizonte apocalíptico que le vuelven a vaticinar las encuestas, Ciudadanos se ha reservado su última bala andaluza para las elecciones municipales del 28M. La fuga a la órbita del PP de sus principales exponentes en el Gobierno andaluz del cambio y la caída electoral han derivado en un nuevo Comité Autonómico municipalista. Y en una estrategia radical contra el bipartidismo que incluye cierto regreso a la genética de partido bisagra sin orientación predeterminada en los pactos.

En el quinteto de ‘emergencia’ de su nueva cúpula regional se aprecia un protagonismo malagueño que resulta sintomático. De esta provincia proceden tanto el presidente Andrés Reche -actor secundario en la cuota naranja del Gobierno municipal de Málaga con el distrito de Teatinos como campo de actuación- y la asesora del partido y economista María Jesús Palacios, que se encarga de Recursos Humanos y Finanzas en el Comité Autonómico.

El equipo lo completan la secretaria de Organización y Acción Institucional, la portavoz del grupo municipal en Utrera (Sevilla) Isabel González; el responsable de Relaciones Institucionales, el candidato a la alcaldía en Almería Rafael Burgos; y el de Comunicación, el concejal en la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache Juan Luis Santos.

En realidad, el verdadero líder de Ciudadanos en Andalucía es el político de esta comunidad que ha ganado peso en Madrid a medida que iba avanzado el éxodo masivo a las filas del PP. Se trata del diputado y líder del partido liberal en la provincia de Málaga, Guillermo Díaz, quien a día de hoy puede ser considerado una especie de número 3 -o a lo sumo 4- a nivel nacional, si se atiende a su actual condición de nexo entre el grupo parlamentario del Congreso de los Diputados y la dirección nacional.

Esto obliga a Díaz a pasar la mayor parte de la semana en Madrid, dónde ha terminado siendo el principal apoyo con el que cuenta la expresidenta Inés Arrimadas. Sin ir más lejos, a Díaz se le han venido encomendando algunos de los ‘marrones’ más visibles a los que ha tenido que ir dándole cobertura el aparato estatal. Por ejemplo, la portavocía en el proceso de refundación o la reciente misión que muchos atribuyen a una especie de ‘supervisor’ que controla la continuidad con galones del díscolo Edmundo Bal.

A medida que se acercan los comicios, el diputado malagueño se está haciendo más visible en la agenda de su provincia y deja claro que ayudará en todo lo que pueda a que el resultado del 28 de mayo sea el mejor posible. O sea, a que el descalabro no sea la suficientemente grande como para hundir a la formación en una de sus provincias más propicias. Cercanas quedan aún traiciones como las de Juan Cassá o Juan Carlos Maldonado, que dejaron a los liberales sin grupo en la Diputación. O ‘espantadas’ como la de la que fuera portavoz en la cámara autonómica, Teresa Pardo, que tras perder en las primarias malagueñas para las elecciones andaluzas pasó a un segundo plano y ha terminado como delegada territorial de Justicia en el Gobierno monocolor del PP, que preside Juanma Moreno.

Guillermo Díaz, que se caracteriza por una oratoria que lo ha convertido en uno de los parlamentarios más brillantes de la madrileña Carrera de San Jerónimo, es uno de los autores intelectuales de virajes en la estrategia como la que trata de presenta a Cs a día de hoy como una especie de ‘partido de la verdad’. De ahí que, en las fechas que se avecinan, vaya a repetir hasta la saciedad que «los gobiernos, con base en la evidencia, empeoran sensiblemente cuando sale Cs». «Lo hemos visto en Castilla y León y comenzamos a verlo en Andalucía, con un 20% más de cargos a dedo, ¡más que Susana Díaz!», dice.

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