Crónicas de la ciudad

Del arroyo Merino de la Expo y el de Pocapringue

Ha sido un acierto promocional el recuperar el nombre del arroyo Merino para la Expo 2027 porque aguas arriba continúan el arroyo de Pocapringue y Los Asperones

Los terrenos de la Expo 2027, con el arroyo a su paso, en una vista aérea en Google Maps.

Los terrenos de la Expo 2027, con el arroyo a su paso, en una vista aérea en Google Maps.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El Ayuntamiento ha tenido los reflejos suficientes para escarbar en la historia y recuperar el nombre del arroyo Merino, a la hora de nombrar la corriente de agua que pasará por los terrenos de la Expo 2027, para el caso de que Málaga sea la ciudad elegida. La semana que viene saldremos de dudas, la competición es más que dura aunque fuentes municipales trasladan que sólo piensan en la victoria, en la línea clásica de todo entrenador que se precie. 

Lo de rescatar el nombre del arroyo Merino tiene su importancia porque, aguas arriba, se conoce por la menos glamurosa denominación de arroyo de Pocapringue

Desde el punto de vista de la lengua española, suena con muchísimo más brío esta última, pero es bien cierto que no casa muy bien con el prestigioso círculo sostenible de colores que algunos de nuestros políticos lucen en la solapa, aunque más de uno, antes levantaría barricadas como en la Comuna de París, que permitir un Bosque Urbano de 18 hectáreas en el corazón más masificado de Málaga.

Contradicciones insostenibles aparte, tanto la Expo 2027 como la ampliación de la UMA, cuyas avenidas ya están enfrente, así como las construcciones que se levantan en el entorno vuelven a señalar a políticos de todas las ideologías la incongruencia de Los Asperones donde por cierto, el arroyo que lo cruza, se llame Merino o Pocapringue, suele ser un vertedero, pura e insana Basuraleza

El arroyo de Pocapringue, a su paso por los Asperones, este jueves 15

Andalimpia

Ciertamente, si Málaga consigue la Expo, la anunciada recuperación del cauce del arroyo Merino deberá contemplar forzosamente hacer algo con él a su paso por Los Asperones, no vayamos a encontrarnos, en mitad de estos fastos internacionales, con un aluvión de basura, recuerdo de este gueto que lleva 36 años sin que nadie le encuentre una solución. 

El caudal de pringosa porquería, en cualquier caso, sería la constatación de que ni socialistas ni populares, en sus distintos puestos y jefaturas administrativas, han sido capaces de coordinarse en estas casi cuatro décadas para acabar con esta vergüenza repartida en varias fases.

El arroyo de Pocapringue, a su paso por Los Asperones en 2004, antes de la mejora de la pasarela que lo cruza.

El arroyo de Pocapringue, a su paso por Los Asperones en 2004, antes de la mejora de la pasarela que lo cruza. / Arciniega

Hoy, como ayer, se trata de un barrio que cuenta con su propio ‘concejal a perpetuidad’, se trata de Patxi Velasco, un generoso y ejemplar profesor y cristiano de base que hace lo que puede. 

Si Málaga consigue ser la ciudad que albergue la Expo en 2027, el mayor logro tras su celebración sería la erradicación, de una vez por todas, de este submundo simbolizado en un arroyo por el que corren raudas la basura y la miseria. Ánimo y mucha suerte en París.  

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