Debates

El Parlamento Europeo juvenil llega a Málaga para debatir y aprender

El malagueño Alberto García Chaparro, de 21 años, antiguo campeón nacional de debate escolar, traerá a Málaga a final de julio a casi un centenar de jóvenes ‘debatientes’ de 18 nacionalidades que simularán ser eurodiputados y ministros de la Unión Europea

Alberto García Chaparro, en Málaga, hace unos días.

Alberto García Chaparro, en Málaga, hace unos días. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Durante cinco días, casi un centenar de jóvenes de 21 o 22 años de media y de 18 nacionalidades de dentro y fuera de la UE se meterá en la piel de un eurodiputado o un ministro de la Unión Europea. El objetivo: debatir en inglés sobre inteligencia artificial y la infraestructura energética en la UE. El encuentro, que cada año se celebra en una ciudad distinta y este año lo hará en Málaga, lo organiza el colectivo juvenil Bringing Europeans Together Association (BETA). 

Al frente estará el malagueño Alberto García Chaparro, de 21 años, antiguo campeón nacional de debate escolar, quien como director general del encuentro no debatirá «sino que la organización del evento hace el papel de la Comisión Europea», explica.

Del 24 al 28 de julio

Es lo que sucederá del próximo 24 al 28 de julio cada mañana en el Rectorado del Parque, aunque por las tardes los jóvenes europarlamentarios y ministros recibirán charlas formativas de diplomáticos, académicos y europarlamentarios reales en varios rincones de Málaga. 

«Queríamos ofrecer un factor formativo junto con las simulaciones y también dar a conocer la ciudad», detalla el organizador malagueño, estudiante de Derecho y Relaciones Internacionales en ICADE y miembro de la Liga Española de Debate Universitario, en la que compite con la Universidad de Málaga.

El joven malagueño, en pleno debate en el Parlamento Europeo, en Bruselas.

El joven malagueño, en pleno debate en el Parlamento Europeo, en Bruselas. / Archivo Alberto García Chaparro

Como destaca, el congreso de Málaga «es formativo, no es una competición, aunque al final se acabará eligiendo al mejor ministro y mejor eurodiputado y tendrá una beca completa para el año que viene».

De esta manera, los jóvenes no sólo aprenden debate y oratoria parlamentaria sino también a conocer el funcionamiento e importancia de las instituciones europeas. 

Las ventajas de debatir

En cuanto a las virtudes del debate, Alberto García Chaparro cuenta que lleva debatiendo «desde 4º de la ESO, siete años ya y cada día lo tengo más claro que es básico, no sólo a nivel académico, también a nivel profesional, para una entrevista de trabajo, una presentación... pero también en el plano personal»

El malagueño subraya además lo bueno de estas escuelas de debates, porque el punto de vista del 'debatiente' se decide por sorteo, así que hay que preparar argumentos en contra y a favor del asunto a debatir, lo que ayuda a ver las cosas menos polarizadas, «porque tú tienes que defender tu postura pero el equipo contrario dice cosas que son verdad; hay que hacer refutaciones valientes pero eso no quiere decir que todo lo que diga el contrario sea negativo o no sea verdad»

Alberto García Chaparro, en un debate en el Senado español.

Alberto García Chaparro, en un debate en el Senado español. / Archivo Alberto García Chaparro

En este sentido, achaca la radicalización de los debates de muchas clases en España «a un proceso de degradación del sistema educativo», a su juicio, demasiado permisivo con quienes suspenden. 

Eso sí, Alberto, que además imparte clases sobre su especialidad en colegios y ha debatido ya con otros jóvenes en espacios como el Senado o el Parlamento Europeo en Bruselas, subraya que esta disciplina se extiende por centros y universidades de toda España. Por eso, está convencido de que una futura generación de políticos, bregada en estas escuelas de la argumentación, terminará imponiendo otras maneras de debatir en política. 

«No sé si a lo mejor tendremos otro Adolfo Suárez u otro Winston Churchill pero tendrán otro nombre y seguro que aportarán mucho a la política», remarca.

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