La Mosca
Calle El Violonchelo y las obras que se hacen esperar
Los vecinos de esta calle recibieron en 2017 un plan de urbanización del Ayuntamiento y adelantaron dinero para urbanizarla. Carecen de agua, luz y saneamiento, la calle en una buena parte es terriza y sufren periódicas plagas de garrapatas y pulgas, además de ratas. El Consistorio contestará en breve a los vecinos
Juan Miguel Martín, en la calle El Violonchelo, hace unos días junto a la casa familiar. / A.V.
En julio de 2021, Juan Miguel Martín acompañaba a su padre, el recordado dirigente vecinal Pepe Martín, expresidente de la asociación de vecinos de la Mosca y presidente de la asociación vecinal de Alto Jaboneros, en un reportaje con La Opinión para denunciar el pésimo estado de la calle El Violonchelo, en La Mosca. También le acompañaba Antonio Pino, presidente vecinal del barrio.
El pasado mes de mayo fallecía Pepe Martín y ahora su hijo Juan Miguel es el encargado de mantener la reclamación de su padre: la urbanización de la olvidada calle El Violonchelo, incluida en el callejero municipal pero sin agua, luz ni saneamiento y en buena parte terriza, salvo un tramo hormigonado, logrado por los vecinos a comienzos de los 90, tras unas fuertes lluvias.
Hoy, la calle sigue a la espera, pese a que en 2017 el Ayuntamiento les presentó un proyecto de urbanización por 181.000 euros y a que Pepe Martín, que tenía la única casa de la calle, llegó a adelantar 20.000 euros.
En 2021, el entonces concejal de Urbanismo, Raúl López, informó a este diario de que había encargado un nuevo proyecto a un promotor que haría el estudio de detalle de unas viviendas, porque era necesario actualizarlo.
Garrapatas y pulgas
Dos años después, los vecinos siguen sin noticias. «Todo el verano nos hemos tirado con garrapatas y pulgas», lamenta Juan Miguel Martín, que señala un talud de rocas frente a su casa familiar y advierte: «Eso está hueco, lo hicieron mal y de ahí salen serpientes y ratas, abre uno la puerta y se le meten».
Juan Miguel lamenta además la inseguridad para los coches, por un canal para pluviales de gran profundidad, que ha hecho que la grúa acuda a este rincón de La Mosca, al pie del viaducto de la autovía, «cinco o seis veces».
La parte hormigonada de la calle tiene un canal para aguas pluviales muy pronunciado, con peligro para los coches y lleno de basura. / A.V.
Este vecino cuenta que, en alguna visita a La Mosca, llegó a escuchar del alcalde que el proyecto estaba ya aprobado, pero sigue sin noticias. El hijo de Pepe Martín recuerda que son muchos los vecinos del barrio que esperan la urbanización de la calle para poder edificar y mientras tanto, para más inri, la basura se acumula. «Aquí Limasa no viene, la hierba se cae cuando llueve y después nace otra vez», lamenta.
Cuestión aparte es la futura conexión de esta calle, una vez urbanizada, con la calle Santa Gema, de la que tampoco hay noticias. Ayer, fuentes municipales indicaron a este diario que estaban recabando datos para dar una respuesta a los vecinos en breve.
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