Polémica

Los agricultores de Málaga temen un invierno duro al reabrirse las fronteras a las hortalizas

El campo malagueño recuerda que durante la pasada campaña Marruecos superó por primera vez a España como principal proveedor de tomates de la UE 

El regadío axárquico acapara el 93% de los invernaderos de la provincia

El tomate ha mantenido unos precios en origen bastante significativos durante la pandemia, pero la reapertura de las importaciones genera mucha incertidumbre.

El tomate ha mantenido unos precios en origen bastante significativos durante la pandemia, pero la reapertura de las importaciones genera mucha incertidumbre. / Fran Extremera

Fran Extremera

Fran Extremera

Los productores de tomates y de otras variedades hortofrutícolas miran con temor el duro invierno que se les avecina. A la falta de recursos hídricos que asola a la mayor parte del territorio peninsular, con el embalse de la Viñuela por debajo del 8% de su capacidad, se le une la bajada de precios en origen que ya empezaron a experimentar durante el cierre de la anterior campaña. Esta situación llega tras una pandemia en la que el cierre de fronteras con otros países exportadores como Marruecos mantuvo el precio del tomate en máximos históricos.

El sindicato agrícola Asaja en Málaga recordaba recientemente que durante la pasada temporada el vecino marroquí superaba por primera vez a España como principal proveedor de tomates de la Unión Europea. Sólo en el entorno de Agadir hay unas 20.000 hectáreas dedicadas a invernaderos, si bien es cierto que la productividad y tecnología aplicada dista mucho de las modernas explotaciones de la provincia malagueña.

El cupo andaluz de invernaderos lo lidera la provincia de Almería con más de 30.000 hectáreas, según fuentes de la Junta de Andalucía. Le sigue Granada con más de 3.000 hectáreas y la comarca de la Axarquía acapara el 93% de las alrededor de 800 hectáreas de invernaderos que hay en Málaga. La mitad de esa superficie se encuentra situada en el término municipal de Vélez-Málaga y el litoral de Torrox concentra casi 200. Precisamente es en la localidad torroxeña de El Morche donde se encuentran las principales corridas de frutos en las que a diario se subasta a la baja el tomate malagueño.

Asaja incide en que tradicionalmente han sido Países Bajos y España los principales productores de tomates de la Unión Europea. El máximo histórico de Marruecos, esta pasada campaña, elevó a más de 670.000 toneladas las importaciones por parte de Europa. Y España está anclada en algo más de 500.000 toneladas. La diferencia es más radical si miramos la serie histórica y nos remontamos a 2013. Desde entonces el peso de las exportaciones de tomates marroquíes casi se han duplicado, mientras que el mercado español ha vendido casi un tercio menos que hace diez años.

Inflación

La inflación ha mermado mucho la competitividad para los productores españoles. Aunque la facturación total haya crecido un 16% en el plazo de una década, pese a venderse mucho menos género, los agricultores recuerdan que la mano de obra en Marruecos es mucho más barata. Los sueldos diarios en el entorno de Agadir están por debajo de 15 euros. Así, el precio medio en origen no pasa de los 30 céntimos por kilogramo en dicho territorio marroquí. La falta de recursos hídricos también es importante en el país vecino, con los embalses bajo mínimos en muchas zonas. Pero aún así la región de Souss-Massa no deja de ampliar el suelo dedicado a invernaderos y de cara al próximo año se esperan alcanzar las 23.000 hectáreas con una producción de más de 1,6 millones de toneladas.

La única circunstancia que podría allanar el camino de cara a las exportaciones de tomates malagueños y del resto de la Andalucía más oriental sería la proliferación, cada vez más significativa, del virus del rugoso en el reino alauí. Es una problemática que empezó a detectarse en la región de Souss-Massa hace un par de años y que posteriormente, a principios de 2022, también empezaba a mermar las producciones en la región de Dakhla, en el Sáhara litoral. Dicho virus hizo que a principios de este años en distintas zonas se cifrasen las mermas en más del 20% y no se descarta que de cara a 2024 puedan ser mayores, como señalan fuentes de UPA y COAG.

La Junta remarcaba este jueves en sede parlamentaria que la inversión para luchar contra la sequía volverá a incrementarse para el próximo año en casi un 12%. Y recordó que la cuantía en actuaciones en materia de agua ha pasado de 275 millones de euros en 2018 a los 578 previstos en 2024.

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