Balance económico

La economía de Málaga ratifica su mejora pese al lastre de la sequía, la gran amenaza de cara a 2024

El año deja un crecimiento del PIB del 3% y máximos de empleo que en algunos meses han superado los 700.000 afiliados a la Seguridad Social 

Empresarios, economistas y sindicatos prevén un próximo ejercicio menos dinámico y temen un impacto más severo de la escasez de agua en el agro o el turismo

Una imagen del pantano de la Viñuela, en la comarca de la Axarquía.

Una imagen del pantano de la Viñuela, en la comarca de la Axarquía. / Álex Zea

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La economía de Málaga ha ratificado en este 2023 que ya se despide la senda de normalización económica emprendida tras superar la pandemia. El crecimiento no ha sido tan intenso como el del año pasado (cuando se registró una tremenda subida del 8,5% del PIB por el efecto rebote tras la debacle del Covid) pero sí da para anotarse un incremento que estará en el entorno al 3%, según los cálculos de Analistas Económicos de Andalucía (el gabinete de estudios del Grupo Unicaja). Málaga certifica con este nuevo aumento que, a nivel contable de PIB, ya supera claramente el nivel de producción que tenía en 2019, antes de que estallara la pandemia. La provincia ha logrado, además, anotarse este año un nuevo récord de empleo, superando durante varios meses los 700.000 afiliados a la Seguridad Social, y dejando la cifra de paro en poco más de 130.000 desempleados, su nivel más bajo desde 2007.

El crecimiento del PIB de Málaga estará por encima de la media nacional (un 2,4% según el Banco de España y entidades como Funcas, frente al 5,8% del año anterior) y de la andaluza (que será del 2%, también por debajo del 5,2% que hubo en 2022). Málaga será la provincia con mayor crecimiento de Andalucía, algo que confirma su papel de motor económico de la región.

El panorama internacional y nacional refleja que factores como la inflación, las subidas de tipos de interés y la inestabilidad geopolítica (marcada por los conflictos bélicos en Ucrania y en Israel y Gaza) han llevado a una desaceleración generalizada de la economía. Una situación de la que Málaga, no obstante, está saliendo mucho mejor parada que la zona Euro (cuyo PIB conjunto crecerá apenas en 2023 un 0,8%). ¿La razón? Que el sector servicios, donde se engloba el turismo, es el que más está tirando de la reactivación económica frente a un segmento industrial (más preponderante en Europa) que sigue sin carburar a buen ritmo. Eso hace que economías como la malagueña, que fueron de las más penalizadas en la pandemia por la paralización del consumo y del gasto en ocio y viajes, sean ahora las que mejor se comportan.

"Estamos en una normalización económica pero el problema de la sequía puede poner en riesgo el agro y el turismo"

JAVIER GONZÁLEZ DE LARA

— Presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y de Andalucía (CEA)

La inflación, un elemento que viene castigando durante los últimos años a familias y empresas, parece entrar ya en una fase de contención, aunque siga en niveles altos. En 2021 y 2022 el IPC subió el 6,9% y el 6,1% respectivamente. Este 2023, a falta del dato de diciembre, se computa un 3,9%. Y la cesta de la compra, que el año pasado se disparó un 17,2%, presenta este año un 8,5% de subida, con productos como el aceite de oliva encarecidos un 60% por el impacto de la sequía.

Una trabajadora de hostelería en Málaga.

Una trabajadora de hostelería en Málaga. / L. O.

Análisis empresarial

El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, considera que 2023 ha sido un buen año económico para la provincia, aunque no para todos los sectores.

«Ha sido un ejercicio de estabilización, con datos empleo muy buenos. Es cierto que a Málaga le cuesta reducir su cifra de parados, ya que la población activa sube de forma constante. Viene mucha gente de fuera atraídos por las oportunidades laborales que hay en la provincia y, por eso, pese a generar muchas contrataciones, el paro baja a menor ritmo», comenta. La población activa en Málaga es actualmente de 865.300 personas, récord absoluto de la provincia tras un crecimiento de casi 39.000 activos en el último año.

De 2023, González de Lara destaca la completa normalización de la industria turística (el acumulado hasta noviembre es de 5,89 millones de turistas y 20,3 millones de pernoctaciones, con subidas del 9% sobre el año anterior), la buena marcha de las exportaciones (registran hasta octubre un máximo histórico de 2.738 millones, con un alza del 14,7%) y el boom del sector tecnológico (con un desembarco constante de empresas y el impacto de la llegada de Google a Málaga).

No obstante, reconoce que 2024 será un año de menor crecimiento donde Málaga se enfrentará a tres grandes desafíos: la sequía, la escasez de suelo para construir (que está derivando, en parte, en unos altísimos precios de la vivienda) y la necesidad de inversiones en infraestructuras para mejorar la movilidad.

«En el tema de la sequía no está actuando en la dimensión que desearíamos. Si no resolvemos este problema estructural podemos poner en riesgo un 30% del PIB de Málaga, porque es algo que afecta al sector agroalimentario y también al turismo, a la llegada de visitantes. Si no llueve tenemos un serio problema, y eso hay que resolverlo», apunta el responsable de CEM, que cree que la construcción de desaladoras es la medida más viable para garantizar el suministro a futuro.

Respecto a la vivienda, González de Lara emplaza a las administraciones a agilizar la puesta en carga de nuevos suelos para construir. Sólo con más oferta de viviendas se podrá, a su juicio, estabilizar la escalada de precios. «Hay que garantizar el acceso a la vivienda a precios razonables, sobre todo a las familias más desfavorecidas y a los jóvenes», explica. ¿Y en el tema de movilidad? La CEM clama por proyectos como el corredor ferroviario mediterráneo o el tren litoral a Marbella.

Solo cuatro comunidades mantienen subidas de la vivienda mayores que el año pasado

El acceso a la vivienda, uno de los graves problemas del país. / L. O.

Con un ojo en la zona Euro

Analistas Económicos de Andalucía también considera a 2023 como un ejercicio razonablemente positivo. «La economía ha seguido creciendo a un ritmo muy significativo aunque los datos de la segunda mitad de año sí han evidenciado una desaceleración de la demanda interna. El buen comportamiento se sustenta en el sector servicios, con la práctica normalización de la actividad turística», comenta su coordinadora de informes, Felisa Becerra.

En cuanto el mercado de trabajo, Becerra resalta la significativa creación de empleo, pero recuerda que la tasa de paro de Málaga (16%) sigue bastante por encima de la nacional (11,84%).

"La economía ha seguido creciendo a un ritmo significativo pero la segunda mitad de año ha evidenciado una desaceleración"

Felisa Becerra

— Coordinadora de informes de Analistas Económicos de Andalucía (Grupo Unicaja)

De cara a 2024, opina que el crecimiento del PIB será inferior al de este año por la tónica de desaceleración general aunque pronostica que la economía provincial seguirá evolucionando de forma «razonable». Para Málaga será importante la marcha de países como Gran Bretaña o Alemania, cuyo PIB se ha estancado en este 2023, y que son mercados clave para la Costa del Sol en cuanto a emisión de turistas. Becerra menciona además la importancia de mantener una buena dinámica en el sector inmobiliario, para lo que resulta básico que puedan salir con prontitud al mercado suelos disponibles para la construcción de nuevas viviendas. «El stock de viviendas que tiene Málaga es ahora mismo muy bajo», señala.

El decano del Colegio de Economistas de Málaga, Manuel Méndez de Castro, destacaba hace unos días que la inestabilidad económica de algunos países de la zona Euro no está afectando a Málaga. «Estamos registrando un crecimiento razonable», apuntaba. Sin embargo, avisaba sobre el elevado nivel de paro y unos precios de la vivienda inaccesibles para la mayoría de la población, algo que relacionan con una oferta muy insuficiente. «No hay suelo, no se construye y, por tanto, no se satisface una demanda tan acuciante. Hay mucha gente que quiere venir y trabajar aquí, extranjeros de mayor poder adquisitivo, y todo eso genera una gran tensión en el mercado inmobiliario», opinaba. También alertan sobre el impacto de la sequía en la economía.

Empleo estable y el problema del paro

¿Y qué opinan los sindicatos de este 2023 a nivel económico y laboral? El secretario general de CCOO en Málaga, Fernando Cubillo, sostiene que el año ha tenido «luces y sombras». Lo más positivo, en su opinión, son las cifras globales de empleo (los 700.000 afiliados). Sin embargo, Cubillo recuerda que hay 178.000 asalariados con contratos temporales o jornada parcial, lo que mantiene a muchas personas en una situación económica precaria.

«La reforma laboral ha mejorado la estabilidad del empleo, pero sigue habiendo mucho trabajo precario», asevera. CCOO recuerda además que el 40% de los parados de Málaga (unas 57.000 personas) han agotado ya todas sus prestaciones. Eso revela un problema de paro de larga duración al que no se le ha dado solución.

«Las políticas de formación que tiene que poner en marcha la Junta de Andalucía no llegan, no existen», lamenta. El diagnóstico de CCOO, en definitiva, es que la economía malagueña crece a muy buen ritmo, pero dejando «bolsas de exclusión», es decir, «personas que se ven beneficiadas en nada de ese crecimiento».

"La reforma laboral ha mejorado la estabilidad del empleo pero sigue habiendo aún mucho trabajo precario"

Fernando Cubillo

— Secretario general de CCOO en Málaga

Por su parte, la secretaria general de UGT Málaga, Soledad Ruiz, valora los frutos de la reforma laboral (el número de trabajadores fijos ha subido un 46% y el de fijos discontinuos se ha triplicado) y destaca la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el alza del 3,8% para las pensiones contributivas (hay unos 280.000 en la provincia). Por contra, en el debe, Ruiz lamenta que el paro continúe muy alto y que no haya planes de recualificación para parados de larga duración (muchos de ellos, mayores de 45 años).

«No me vale que se diga que en Málaga el paro no baja porque sube la población activa al venir mucha gente de fuera a trabajar. Lo que ocurre es que no hay suficiente mano de obra cualificada. Y eso ocurre también porque la Junta de Andalucía no pone en marcha planes de empleo», dice.

Respecto a 2024, tanto CCOO como UGT se muestran «optimistas» en la continuidad del crecimiento y «muy preocupados» por la sequía. «Si no se adoptan políticas para una gestión razonable e integral de los recursos hídricos podemos ver a la agricultura y al turismo muy tocados», coinciden Cubillo y Ruiz. Ambos mencionan otra clave para 2024: la ejecución de los fondos europeos del Plan de Recuperación. CCOO y UGT consideran que Andalucía va muy retrasada en este punto, algo que, en su opinión, se debe más a la «confrontación» con el Gobierno.

"No se está recualificando a los parados. Hacen falta planes de empleo que la Junta de Andalucía no pone en marcha"

Soledad Ruiz

— Secretaria general de UGT en Málaga

El campo sufre una caída «estrepitosa»

El campo malagueño, de hecho, ha sufrido este año una «estrepitosa caída» de la facturación, según comentaba hace unos días el presidente de la patronal agraria Asaja Málaga, Baldomero Bellido, en la presentación del balance anual. El sector, que firmó 701,5 millones de euros el ejercicio anterior, ha experimentado en este 2023 un descenso del 7,2% que sitúa la cifra de 2023 en 651 millones de euros. La agricultura malagueña retrocede así a niveles de facturación de hace diez años. La caída no ha sido mayor por el precio récord que ha marcado el aceite de oliva.

La situación de La Viñuelamuestra la peor cara de laactual sequía.  álex zea

La situación de La Viñuela muestra la peor cara de la actual sequía. / Álex Zea

«Seguimos con los mismos problemas que en la campaña anterior, en la que la ausencia de lluvias y la falta de infraestructuras para almacenar la poca reserva que tenemos, siguen siendo dos de los principales obstáculos para los agricultores y ganaderos», señalaba Bellido.

Según Asaja, los «insostenibles» incrementos de los costes de producción ahogan a los productores (gasoil, abonos, piensos y maquinaria) y hacen que el mero trabajo agrario «les cueste más dinero del que reciben por su venta», a pesar de la subida de precios de muchos productos.

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