Crónicas de la ciudad

El contenedor marrón: un mensaje ininteligible

Las banderolas municipales para dar a conocer el nuevo y necesario contenedor marrón son de difícil comprensión en español

¿Qué es el contenedor marrón?

El Ayuntamiento de Málaga promueve una campaña para fomentar el uso del contenedor marrón

Banderola publicitaria del contenedor marrón, el pasado domingo.

Banderola publicitaria del contenedor marrón, el pasado domingo. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Como saben, dos de las características más extendidas del político español medio son su voluntad de hierro por mantenerse de por vida en la alta administración pública sin concurrir a unas oposiciones y el empleo abusivo de la expresión de origen francés ‘poner en valor’. 

A este respecto, el lenguaje político es, junto con el pandillero, uno de los más pobres que podemos escuchar en nuestro país. En este sentido, flaco favor ha hecho nuestro Ayuntamiento de Málaga al tratar de ‘poner en valor’ (resaltar, vindicar, valorar, reconocer, reivindicar, poner de relieve...) el nuevo contenedor marrón de basura orgánica. 

Esto es debido a que se da a conocer con banderolas que tienen un lema publicitario absolutamente incomprensible en español y eso que es bastante escueto: «La orgánica es vida. Separa al marrón». 

La idea es convencer a los malagueños de que en el nuevo contenedor echen exclusivamente los restos de todo lo que se produce en la tierra, en el mar y en las granjas y que en el contenedor gris depositen lo que no se recicla en los contenedores azul, verde y amarillo. Lástima que el lema publicitario sea tan claro como un orador comiendo mantecados. 

Un contenedor marrón ayer, en la barriada de La Luz.

Un contenedor marrón ayer, en la barriada de La Luz. / A.V.

Todo se debe a la ininteligible frase «Separa al marrón», que más parece una injusta orden para separar a una persona de piel oscura, una suerte de ‘apartheid’ malaguita. Puro dislate.

Pero tampoco tendría sentido sustituirla por «Separa el marrón» pues continuaría la confusión: parecería que nuestro Consistorio quiere que separemos el contenedor marrón del resto, en lugar de separar la basura. Otro despropósito.

Y aunque el lenguaje publicitario deba ser lo más conciso posible, da la impresión de que en esta ocasión se han pasado tres pueblos con los tijeretazos, una práctica que recuerda esa querencia municipal por transformar los barrios de La Trinidad y El Perchel en ‘Trinidad’ y ‘Perchel’ e incluso en fusionarlos en uno solo que jamás existió ( ‘Trinidad-Perchel’).

Sin dejar de ser sucintos y con el fin de seguir ‘poniendo en valor’ esta forma más eficaz y medioambientalmente más sensata de separar la basura, nuestros cargos públicos bien podrían haber optado por un par de añadidos: más claro habría sido «La orgánica es vida. Separa y al marrón» y desde luego todavía más meridiano «La basura orgánica es vida. Sepárala y al marrón».

De cualquiera de estas formas se habría conseguido hacer comprensible el mensaje municipal, que era de lo que se trataba. Otra vez será. 

Suscríbete para seguir leyendo