Mirando atrás
Pueri Cantores Málaga: diez años de gran música
En 2014 nacía en la Iglesia del Corpus la Escolanía Pueri Cantores de la mano de su director Antonio del Pino. En esta década han pasado por ella unos 300 niños, han grabado ocho discos, interpretado óperas y hasta actuado junto al Coro Nacional de España
La anécdota es real, una madre acudió con su hija a un musical al Teatro Cervantes de Málaga y la pequeña le comentó: «Mamá, es la quinta vez que estoy en el Cervantes pero la primera que entro por donde entra el público».
El pasado jueves, esta niña y sus amigos se atrevieron con una de las composiciones más bellas de la Historia de la Música, el Stabat Mater de Pergolesi. La interpretaron -y emocionaron al público- en el Teatro Echegaray, uno de los espacios escénicos de Málaga en los que les quedaba por actuar.
Son los Pueri Cantores Málaga, el fructífero proyecto musical del doctor en Musicología y segundo organista de la Catedral Antonio del Pino, quien hace ahora una década se puso al frente de esta escolanía, una escuela de música sacra para la que no hacen falta conocimientos musicales previos, dirigida a jovencísimos artistas y por la que han pasado ya unos 300 niños.
«Nunca había querido dirigir un coro de niños, pero si me tocara la lotería, dejaría otras cosas pero no la escolanía; es más, le dedicaría más tiempo», confiesa Antonio del Pino, quien explica que dio el paso cuando el entonces párroco del Corpus Christi de Pedregalejo, Pepe Sánchez, le animó con la idea.
En estos diez años, el balance ha sido impresionante y eso que, como conocía de la historia de la Catedral de Málaga, «de lo primero que dimitía un maestro de capilla cuando tenía cierta edad era de dirigir a los seises».
Su experiencia, recalca, ha sido la opuesta y en estos años, los integrantes de Pueri Cantores han grabado ocho discos, «han cantado ópera en el Cervantes, han cantado al maestro Juan Francés de Iribarren en la Catedral, han cantado el Carmina Burana en el Cervantes con la Filarmónica y el Coro Nacional y el Stabat Mater», resume.
Hasta poco antes de la pandemia, explica, siguieron vinculados a la parroquia del Corpus. La formación siguió adelante a pesar del confinamiento y la pandemia -llegaron a cantar con mascarillas- y hace dos años, la Fundación Unicaja les ofreció como espacio de ensayo el torreón de la sala de conciertos María Cristina, donde siguen todavía.
En la actualidad, el cantor más pequeño tiene 4 años y los más mayores 17.
Ocho discos grabados
Con independencia de su edad, cuatro de los más veteranos, con ocho grabaciones de discos en su haber, son María Rojo, Beatriz Jiménez-Villarejo, Eva Travé y Pablo del Pino, hijo de Antonio y además estudiante de violín.
«Nos reunimos todos los viernes y aparte de cantar pasamos un rato juntos. Creo que poco a poco hemos ido haciendo conciertos más grandes y superándonos con nuevos retos», cuenta María Rojo de 17 años, que entró en Pueri Cantores a los 6.
Una edad parecida tenía Beatriz Jiménez-Villarejo, que hoy tiene 15 y cuenta que en su clase «se sorprenden mucho» cuando les explica lo que hace «y les digo que vengan y que lo prueben». Precisamente en clase, recuerda, tuvo que estudiar canto gregoriano en la asignatura de Música, algo que conocía bien «porque he cantado eso».
En el caso de Eva Travé, que se apuntó a los Pueri Cantores Málaga con 9 y hoy tiene 17, confiesa que cuando entró «no conocía a nadie y no me interesaba la música pero después de entrar he hecho un montón de amistades, he descubierto mi pasión y hemos pasado de estar en una iglesia cantando a hacerlo en un teatro». Esa pasión por el arte ya se nota en sus planes, pues estudia en la Escuela de Arte San Telmo; «no sé si seguir con el conservatorio o hacer Bellas Artes», comenta.
Y del más pequeño de los cuatro, Pablo del Pino, de 11 años, cuenta su padre que tiene «mucho nivel de autoexigencia» y que hace unos días, cuando acudían a ensayar al torreón, estaban tocando en la sala María Cristina el concierto de violín de Beethoven y le pidió quedarse a escuchar. «Eso es lo que digo, que por lo menos les quede la música como buena compañera de viaje», resalta su padre.
Además, como subraya Beatriz, que estudió cuatro años en el conservatorio elemental, «la verdad es que en el coro aprendemos de una forma mucho más dinámica, algo más apto para todos los niños».
En el caso de María Rojo, estar en la escolanía le ha aportado oportunidades «como la de conocer a profesores de Italia que nos han enseñado un montón». Y hablando de maestros italianos, Pueri Cantores tiene en su haber cuatro discos con composiciones del sacerdote y compositor romano Marco Frisina, un autor que, cuenta Antonio del Pino, conoce muy bien Antonio Banderas, en la lista de amigos de la escolanía, «puesto que la primera vez y desde entonces, siempre que Lágrimas y Favores entra en la Catedral a hacer la estación de penitencia, los niños han cantado música de Frisina».
María, Bea y Eva coinciden en que hay prejuicios con respecto a esta música pero siempre puede pasar como le ocurrió a unos amigos de Eva Travé: «Cuando les digo que estoy en un coro religioso dicen que esa música no les gusta pero después han ido a verme a conciertos y les ha gustado, se han quedado impresionados», subraya.
Como detalla el director, «todos son voces blancas hasta que a los niños les cambia la voz». En el caso de las niñas, «les coge redondez, color y siempre se van a poder quedar», aunque el siguiente paso lógico será el sumarse a un coro juvenil. En el caso de los niños, ese cambio de voz suele producirse «en 1º o 2º de la ESO».
Cuando piensa en esta década de trabajo y buena música, Antonio del Pino confiesa: «Siempre he deseado para mi propio hijo lo mismo que para los otros 40 pueri, que de alguna manera son mis hijos musicales».
Como reitera, y más allá de la calidad musical, que la busca «en cada semicorchea», subraya, el objetivo es que la música forme parte de las vidas de estos niños, «porque luego cuando tengas muchos problemas, incomprensiones o alegrías, la música es capaz de expresar lo que tú dices: No encuentro la palabra pero tengo una canción».
Suscríbete para seguir leyendo
- Una borrasca barre la costa y deja lluvia en La Viñuela
- Así serán las nuevas universidades privadas de Málaga
- Un siglo de la Casa de las Palmeras de Guerrero Strachan
- «Esto es lo que hay»: ¡bang! ¡bang! ¡bang!
- El parque nacido de la movilización vecinal
- Los embalses de Málaga ganan otros 0,7 hectómetros
- Cuatro platos malagueños, entre los peores valorados para los extranjeros
- Detenido en Benalmádena el líder de la banda motera MC Comanches reclamado por tentativa de homicidio