Consumo

Los fraudes eléctricos vinculados al cultivo de marihuana se disparan en Málaga

Con un 200% más de casos, estas plantaciones supusieron el 40% de la energía defraudada en la provincia durante el año pasado, según Endesa

Imagen de una plantación interior de marihuana.

Imagen de una plantación interior de marihuana.

La Opinión

Los fraudes eléctricos vinculados al cultivo de marihuana se disparan en Málaga. Así lo reconoce Endesa, que ha informado que el año pasado detectaron en la provincia un 200% más de casos de este tipo. Según la compañía, su filial e-distribución detectó que estas plantaciones acapararon el 40% de la energía defraudada durante el pasado ejercicio. "El resto correspondió a grandes consumos vinculados a la actividad industrial, negocios y al sector residencial, aunque es destacable que sólo el 2% se localizó en las viviendas con un consumo más bajo, con una potencia contratada inferior a los 3KW", han indicado. En este sentido, aseguran que la energía recuperada en la provincia por fraudes vinculados al cultivo indoor de droga creció casi un 430% en un año, pasando de 3 GWh a 15,8 GWh en 2023.

A nivel general, la filial de Endesa desmanteló en Málaga ocho fraudes al día, una práctica que supone una "grave amenaza para la seguridad de las personas y genera importantes perjuicios para el conjunto de la sociedad". En el último año, e-distribución abrió en la provincia malagueña 2.817 expedientes de fraude, una cifra similar a la del año anterior (2.812). La energía recuperada vinculada a estos expedientes aumentó un 68% hasta alcanzar los 40,6 GWh, equivalente al consumo de 13.800 hogares.

En España, los expedientes por enganches ilegales relacionados con las plantaciones han aumentado cerca de un 70% en los cinco últimos años, y la energía recuperada en estos expedientes ha crecido un 83% en el mismo periodo. "De promedio, cada plantación consume como 80 viviendas, con lo que el impacto de estas instalaciones fraudulentas en las pérdidas del sistema eléctrico y en el deterioro de los equipamientos y de la calidad de suministro en zonas con elevado porcentaje de fraude es evidente", han explicado.

A nivel nacional, se estima que la producción de marihuana consume en España unos 2,2 TWh de electricidad, equivalente al consumo de Sevilla en un año. En algunas zonas, acaparan hasta el 80% del consumo eléctrico y los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas funcionan mediante enganches ilegales que causan estragos en la red eléctrica. "Generan sobrecargas que activan las protecciones de los centros de transformación, provocando interrupciones de suministro que afectan a todos los vecinos de la zona y, en casos extremos, llegan a originar incendios en líneas subterráneas o incluso en centros de transformación recién instalados", han abundado. Durante el pasado año, se incendiaron 14 centros de transformación sólo en Sevilla y Granada por sobrecargas derivadas del fraude.

Inspectores encapuchados

La proliferación de estas instalaciones ilegales controladas por “verdaderas organizaciones transnacionales con una potente actividad policriminal”, según los datos del Ministerio del Interior, supone además un riesgo para la actuación de los inspectores y técnicos de e-distribución, que deben actuar encapuchados para evitar su identificación y desarrollan su labor acompañados por la policía. En el último año, e-distribución ha participado en cerca de 2.400 operaciones de las Fuerzas de Seguridad para desmantelar cultivos indoor, una colaboración que se refuerza con el intercambio continuo de datos y se extiende a otros expedientes de manipulaciones en la red, ya que en seis de cada diez casos es necesaria su colaboración para cortar los suministros fraudulentos.

Las estimaciones indican que el fraude eléctrico le cuesta al conjunto de los consumidores españoles más de 2.000 millones al año, el equivalente a 69 euros al año por cada punto de suministro. “La manipulación de las instalaciones eléctricas nos afecta a todos. Suponen un riesgo físico que puede provocar incluso la muerte de los implicados o de terceros que no tienen nada que ver con esta práctica ilegal, afecta a la calidad del suministro a los vecinos y cuesta dinero a todos los consumidores”, señala José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa.

Inspecciones y tecnología

El uso de la inteligencia artificial y nuevas tecnologías se ha convertido en herramientas esenciales para combatir un fraude cada vez más profesionalizado y en el que existe una alta tasa de reincidencia tras la que subyace una percepción de escaso riesgo económico y una legislación más laxa que en otros países de nuestro entorno. En España, la defraudación de fluido eléctrico está tipificada como un delito leve con pena de multa a diferencia de países como Francia, Alemania, Portugal o Italia, donde se considera un delito grave que puede acarrear pena de cárcel.

"Para combatir este problema que afecta al conjunto de los ciudadanos, e-distribución realizó el pasado año cerca de 400.000 inspecciones y tiene previsto efectuar 1,5 millones de inspecciones en periodo 2024-2026", explica la compañía.

La colaboración ciudadana también resulta crucial para luchar contra este delito. Los ciudadanos pueden informar de manera anónima a su compañía distribuidora si sospechan que se está cometiendo fraude en su entorno. Los clientes en el área de distribución de Endesa pueden escribir al correo electrónico anomalias@enel.com, llamar al teléfono gratuito 800760220 o rellenar un formulario en la web de edistribucion.com. Durante el año pasado, a través de estas vías se registraron 55.000 denuncias que permitieron realizar 21.260 inspecciones en la red.

Endesa reitera su disposición a colaborar con administraciones, instituciones y fuerzas de seguridad para buscar soluciones a este problema que supone un serio peligro para las personas y para la red eléctrica, es origen de electrocuciones e incendios, afecta a la calidad del suministro y tiene un elevado coste para el conjunto de la sociedad.