Crónicas de la ciudad

Un pícaro inglés en las costas de Málaga

La primera edición crítica de ‘El pícaro inglés’, obra de Richard Head del XVII nos desvela una posible conexión con un pueblo de Málaga y la gastronomía de la época

'El pícaro inglés', novela de Richard Head

'El pícaro inglés', novela de Richard Head / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El pasado domingo el suplemento de libros del periódico publicaba la reseña de ‘El pícaro inglés’ (Cátedra) de Richard Head, la primera edición crítica en cualquier lengua.

Lo llamativo de esta obra del XVII es que confirma algo tan poco conocido en España como que el humor inglés y la literatura inglesa le deben bastante a la literatura española del Siglo de Oro, al ser una de sus principales influencias. Por eso, el protagonista de ‘El pícaro inglés’, un bribón que conculca los diez mandamientos a lo largo de trama, decide en un momento de la obra hacerse caballero andante y hay escenas literales tomadas de El Buscón, el Lazarillo o el Guzmán de Alfarache.

Si aparece en esta sección es porque, en la parte final, cuando es condenado a muerte, conmutada la pena por el destierro y enviado a Virginia, su barco, que iba camino de Canarias, es zarandeado por una feroz tormenta, desviado de la ruta y termina encallando en la costa española peninsular. 

Al desembarcar reciben la cordial hospitalidad de un noble español, que ofrece a los náufragos carne cocida con hierbas y un potaje con panceta. Y como les ve con apetito, el noble completa el condumio con una «olla podrida» -de la que hablaba Sancho Panza siendo gobernador de Barataria-. 

Lo llamativo del episodio es que el noble, el capitán Fernando Velásquez, les invita a embarcar en un bajel del que es capitán y que se dirige a las Indias españolas. El bajel, cuenta el narrador, está muy cerca de donde han naufragado, en un pueblo de mar llamado «Peribamba», que menciona una vez más en el capítulo siguiente. 

Según la profesora María José Coperías, a cargo de esta edición, lo más aproximado a ‘Peribamba’ es el pueblo malagueño de Periana, aunque no tenga mar, claro: «Podría ser que el autor lo transcribiera mal o confundiera su localización», apunta.

En ese caso, y entra dentro de la lógica por la ruta que seguía la embarcación, el autor inglés habría emplazado una parte de las correrías de su protagonista en la costa de Málaga. 

Portada de 'El libro del arte de cozina'.

Portada de 'El libro del arte de cozina'. / A.V.

Con respecto a la famosa olla podrida, el profesor Fernando Rueda, en ‘El libro del arte de cozina’ de 2016, editado por la Real Academia de San Telmo con motivo del IV centenario de la muerte de Cervantes, nos recuerda que lo más plausible es que ‘podrida’ hiciera referencia a ‘poderida’ o poderosa, por sus muchos ingredientes, un plato para personas pudientes. 

Así lo refleja este pícaro inglés, al afirmar que la olla podrida del noble español traía «tal variedad de criaturas» que pensó que le habían servido «revuelto, el primer capítulo del Génesis». 

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