Copa del Rey

Chavarría, cuarto Rey Mago

El atacante argentino anotó en la prórroga el gol decisivo para que el Málaga CF esté en la tercera ronda copera

Alex González fue titular en su debut como blanquiazul

Alex González fue titular en su debut como blanquiazul / MálagaCF

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Este año el regalo de Reyes del Málaga CF se ha hecho esperar, exactamente 118 minutos, pero así es la magia de la Copa del Rey. Los humildes se imponen a clubes laureados y las prórrogas o los penaltis están a la orden el día. Los de Pellicer tuvieron sus más y sus menos, hubo momentos en los que el Oviedo a punto estuvo de pasarles por encima, pero con constancia, coraje y un sobreesfuerzo descomunal llegó la ansiada recompensa, la figurita dentro del roscón: El Málaga CF estará en la próxima ronda copera.

Con mucho frío y una llovizna incesante, Málaga y Real Oviedo saltaron al verde de Martiricos. Pellicer, como ya avisó en la previa, se vio forzado a rotar, incluso el nuevo fichaje, Alexander González, formaba parte del once titular y Juande volvía tras su lesión. Junto a ellos, la cantera volvió a tener abundante presencia con Benítez, Quintana o Larrubia. El poco descanso tras el último partido de LaLiga SmartBank y lo cerca que está la siguiente jornada liguera condicionaron a ambos equipos, aunque el Real Oviedo presentaba un mejor fondo de armario.

Los de Ziganda avisaron en cuanto tuvieron ocasión. en el primer minuto de encuentro, mediante un cabeceo de Arribas. El Málaga debía estar muy, pero que muy atento a cada balón del conjunto asturiano.

Poco a poco, los de Pellicer comenzaron a coger carrerilla, adelantaban metros y podían presentarse frente al área de Femenías con bastante rapidez. La primera ocasión la tuvo Cristian con un disparo muy potente en largo que finalmente acabó atajando el guardameta carbayón.

Los blanquiazules eran compactos, rápidos y verticales, sobre todo si entraba en acción Yanis Rahmani. Pero el Oviedo no se quedaba ni mucho menos parado, el encuentro comenzó a ser de ida y vuelta. Los visitantes quizá llegaban menos, pero lo hacían con mayor acierto.

Las ocasiones del Málaga CF llegaban casi siempre con disparos a mucha distancia, así lo intentaron Ale Benítez y Orlando Sá.

Y una vez más, la mala suerte volvió a llamar a las puertas de la entidad blanquiazul. En una acción de peligro protagonizada por Obeng, el jugador del Oviedo acabó dándole una fuerte patada a Juan Soriano. El colegiado tan solo sacó la cartulina amarilla para el jugador carbayón, pero los servicios médicos del Málaga entraron en escena para atender al portero sevillano. Soriano no pudo seguir, Dani Barrio calentó rápidamente, entró al césped y el equipo se quedaba con un cambio menos para afrontar el resto del partido.

De esta manera, el Oviedo se movía con mayor efectividad y a los de Martiricos les costaba arrancar y culminar jugadas desde campo propio al rival. Así, en su estreno, el vinotinto Alexander González también intentó crear peligro desde fuera del área ovetense.

Con varios percances y frenazos en el encuentro, llegó el descanso con tablas en el marcador y todo por decidir. Destacó la actuación del canterano Larrubia, importante en la fase ofensiva del Málaga CF.

En la reanudación del partido, la tónica se mantuvo durante los primeros minutos: los de Pellicer estaban mejor y con rapidez eran capaces de armas jugadas de peligro, pero fallaban los últimos metros y después el Oviedo trataba de hacer daño en el contraataque.

Pasada la hora de partido, Riki tuvo la acción más clara de la segunda parte desde la izquierda, pero su disparo se marchó alto.

Pellicer optó por renovar el ataque con un triple cambio: Chavarría, ya recuperado, Caye Quintana y Jairo, que marcó el pasado fin de semana, tendrían poco más de 20 minutos por delante para que los suyos se llevaran la eliminatoria.

Con la incansable colaboración de Larrubia, que estaba culminando un partido excepcional, las nuevas incorporaciones al césped aportando un extra de agresividad en ataque, pero fue más bien un espejismo.

Pese a la bocanada de aire fresco, al Málaga le seguía costando generar ocasiones reales de peligro y los del Cuco Ziganda se crecían en ausencia de peligro del rival. Para ello, el último cambio del equipo boquerón fue de canterano por canterano: debutó Haitam después del buen rendimiento mostrado con el juvenil y durante los entrenamientos que ha disputado con el primer equipo.

En cambio, fueron dos las jugadas al borde del gol del Real Oviedo, sendas con Johannesson. Primero falló un remate con la testa tras recibir un balón de Javi Mier y después el mismo jugador con su pierna derecha erró un disparo desde fuera del área a raíz de un córner.

Con una mayor amenaza del equipo asturiano, pero también con mucho cansancio a ambos lados del verde, con empate a cero se cumplieron los 90 minutos de partido. A la prórroga.

Una soberbia actuación de los canteranos, ayudaba a una mayor circulación de los de Pellicer. Aunque el pesar de los minutos se notaba, los primeros minutos de la prórroga fueron de dominio blanquiazul. En estas, Jairo tuvo una ocasión clarísima. Desde el contragolpe, el cántabro recorrió solo los últimos metros de campo y desafió a Femenías. El guardameta carbayón la sacó y al instante Caye Quintana trató el rechace, pero el esférico se marchó rozando el larguero.

Fue la única acción en toda la primera parte de la prórroga, en la que el Oviedo de Ziganda se mostró mucho más apagado.

Para los últimos minutos de fútbol, y con vistas a una muy probable tanda de penaltis, Pellicer aprovechó su último campo para dar contundencia a la defensa: saltó al terreno de juego Escassi y se sentó Quintana.

En el minuto 113, Javi Mier vio la segunda amonestación y dejó a su equipo con uno menos para la recta final del choque.

Lo seguían intentando los pupilos de Pellicer, Alexander González, Haitam... Nadie quería llegar a los penaltis. Y tanto lo intentó, que en el minuto 118 de partido, Pablo Chavarría reapareció y con un zurdazo puso la eliminatoria de cara. El argentino aprovechó el rechace de Femenías tras el intento del vinotinto González de volea. La Rosaleda estalló de júbilo, solo quedaban unos cuantos segundos para el pitido final.

Y toda la prisa que no tuvo el Oviedo hasta el gol, llegó con el 1-0. Pero no había tiempo para más y, por fin, la suerte se vistió de blanquiazul y el Málaga estará en la tercera ronda de la Copa del Rey. La eliminatoria se jugará este mismo mes de enero, del 16 al 20 y podría ser un equipo de Primera División el próximo rival de los de Martiricos.

Pero ahora, a descansar al menos unas horas y empezar a preparar el duelo de liga, otra vez con el Real Oviedo y de gran importancia, ya que están muy igualados en la clasificación.