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(0-1) Victoria de muchos quilates

El Málaga CF se impuso al colista en el último suspiro del partido con una jugada y gol magistral de Pablo Chavarría

Los jugadores del Málaga CF celebran el tanto de Chavarría.

Los jugadores del Málaga CF celebran el tanto de Chavarría. / LaLiga

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Este curso pocos van a ser los partidos que el Málaga logre adjudicarse sin sufrir. El Alcorcón, colista de la categoría, no puso las cosas fáciles e incluso colocó contra las cuerdas al conjunto malacitano en alguna ocasión. Dios aprieta pero no ahoga, bien lo saben en Martiricos y, por fin, este fin de semana son tres los puntos que ha logrado el equipo.

 A Málaga CF y Alcorcón les costó sentirse cómodos en el verde el Municipal de Santo Domingo. Los primeros atisbos de dominio fueron para el conjunto de Pellicer que, con Caye Quintana y Chavarría, empezaban a mostrar el peligro en área rival. Pero los de Anquela, con la necesidad vital de puntuar para salir del pozo del descenso, fueron ganando metros y posesión. Si Marc Gual o Hugo Fraile entraban en acción, el conjunto de Pellicer debía agruparse en defensa para no dejar huecos ni opciones. 

Salvando una remate con la cabeza desviado -y en fuera de juego- de Chavarría o una buena pero inconclusa internada de Ramón, poco propuso el equipo costasoleño en terreno alfarero. Mientras, los de Anquela iban ganando confianza, protagonizando jugadas más peligrosas frente a Soriano que las del Málaga en el área de Dani Jiménez. En la recta final de la primera parte, el guardameta blanquiazul atrapó un valioso esférico lanzado por Hugo Fraile y, un minuto después, el azar y la poca puntería hicieron que el disparo de Marc Gual acabase perdido por la banda.  

Lo peor para el Málaga fueron las tarjetas amarillas de Ramón y sobre todo la de Escassi, condicionantes para lo que quedaba de partido y los siguientes.

Para la segunda mitad, Pellicer aguantó unos minutos hasta hacer el primer cambio, pero no pasó mucho más hasta que Yanis ingresó en el verde madrileño para aportar al equipo la profundidad de la que había carecido en los primeros 45 minutos.

La conexión de los jugadores blanquiazules mejoró, desde los encargados de la salida de balón desde atrás hasta las últimas líneas en ataque. Alexander González resultaba de gran ayuda en fase ofensiva: de los pies del venezolano salió la jugada en la que Caye Quintana trató de filtrar el balón al área alfarera y unos instantes después volvió a asistir a Pablo Chavarría, aunque el argentino tenía muy complicado rematar con éxito y finalmente el esférico se marchó desviado.

Las llegadas del Alcorcón iban produciéndose a cuentagotas, pero cualquier jugada aislada podía acabar en ocasión de peligro. Así, desde campo propio, Marc Gual condujo hasta ofrecer el balón a Boateng, aunque el atacante no supo afinar cuando se plantó en solitario frente a Juan Soriano.

Entre los nervios del Alcorcón por arañar algo más de un punto y los numerosos intentos del Málaga por reconciliarse con la victoria, llegó el premio al trabajo de los boquerones. Al filo del pitido final y después de una contra, Joaquín con un pase en largo le envió el balón a Pablo Chavarría. El argentino, vertical, rápido pero a la vez pensando con inteligencia, se recorrió casi medio campo y, tras una leve pausa, lanzó un derechazo para colocar el 0-1 ‘in extremis’. Sin tiempo para mucho más tras la celebración, los blanquiazules por fin sellaron la victoria. Tres puntos de muchos quilates, más aún tras un partido de mucha incertidumbre. Sin dejar de sufrir ni un instante, ya sí, aquí está el partido que tanto necesitaba el malaguismo.