Segundo detenido por la desaparición de una mujer de 46 años en Marbella

Segundo detenido por la desaparición de una vecina de Marbella de la que se desconoce su paradero desde poco después de que sufriera amenazas por parte de su expareja, el varón que ya fue arrestado el lunes por presuntamente saltarse las medidas cautelares que un juez le impuso en diciembre tras un episodio de violencia de género. El nuevo implicado es un amigo de este, aunque por ahora no ha trascendido el delito que le atribuye la Policía Nacional. 

La Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Marbella inició las pesquisas el domingo, cuando los familiares de una víctima de violencia de género denunciaron que su pariente estaba en paradero desconocido y no podían contactar con ella. La familia expuso que la mujer, colombiana de 46 años y residente en Marbella, había desaparecido tras ser amenazada días atrás por teléfono por su expareja, un hecho que habría supuesto el incumplimiento de las medidas cautelares (incluido comunicarse con ella) impuestas por un juez tras la detención del hombre a mediados de diciembre por un episodio de malos tratos.

Según la investigación, ambos mantuvieron una relación sentimental de unos cinco meses a la que ella puso fin a finales de noviembre. A partir de esa fecha comenzaron los problemas. Ella terminó denunciando en la Comisaría de Marbella los malos tratos, él fue detenido y el juez le impuso una orden de alejamiento que supuestamente incumplió con la llamada de las amenazas. Tras conocerse la desaparición, la Policía Nacional activó la madrugada del lunes un dispositivo para localizar a la expareja de la mujer, un trabajo que culminó a primera hora de la mañana con la detención del sospechoso, de 45 años y también colombiano, inicialmente como presunto autor de un delito de quebrantamiento de condena. 

Cuerpo en la playa de las Cañas

Los parientes de la desaparecida también expresaron su temor a que el cuerpo hallado esa misma tarde en una playa de Marbella sin cabeza ni manos correspondiera a su familiar, una hipótesis que tendrán que confirmar o descartar las pruebas de ADN, puesto que la ausencia de la cabeza y las manos impiden una identificación convencional a través del rostro o las huellas dactilares. Sí ha trascendido que el cuerpo mutilado parecía corresponder al de una mujer joven.

Mientras que la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación que trata de esclarecer la identidad de la mujer hallada en la playa y las circunstancias de su muerte, la Policía Nacional inició la suya por la desaparición de una víctima a la que sí puede poner nombre y rostro. Hasta el martes, fuentes policiales se limitaban a indicar que no había indicios que relacionaran ambos casos, mientras que desde el instituto armado no han hecho ningún tipo de declaraciones por la vía oficial.