El hotel Guadalpín Banús recupera el uso de sus cocinas y terrazas

El hotel Guadalpín Banús, de cinco estrellas, recuperará el uso de sus cocinas, cerradas desde inicios de julio tras el desalojo de sus trabajadores, y, con ellas, la actividad en las terrazas.

La firma que explota el hotel, Grisoma hotelera S.L., anunció ayer que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga le ha reconocido, en un auto fechado el 10 de octubre, la capacidad de disponer de la totalidad de las instalaciones del establecimiento hotelero, ubicado en las cercanías de Puerto Banús.

La resolución judicial contempla el acceso a todas las fincas del complejo hotelero «sin que se puedan obstaculizar, limitar o impedir el desarrollo de la actividad comercial», apuntó la sociedad.

Grisoma hotelera S.L. mantiene desde hace años un pleito judicial con una firma inversora que reclama la expropiación de las cocinas y de los pasillos de la planta baja del hotel al entender que unas fincas que ha recibido ubicadas en el interior del establecimiento para darles un uso diferente al hotelero tienen una superficie menor a la que había adquirido.

«La magistrada se apoya en que en las escrituras se hace constar que las fincas registrales que componen el complejo están sujetas al régimen de explotación hotelera», señaló la firma que gestiona el local.

Según Grisoma hotelera S.L., la firma inversora conocía desde el inicio de la operación de adquisición el destino hotelero de las fincas por las que se interesó.

«La empresa explotadora del complejo hotelero no entiende que tanto SPV Spain como Caja Rural de Granada ignoren este hecho, llevando a cabo acciones como el cierre de las habitaciones y espacios de tránsito del hotel», apuntó Grisoma hotelera S.L.

Los 200 trabajadores seguirán

La resolución judicial permitirá a la empresa que explota el complejo hotelero mantener a sus cerca de 200 empleados, cuyo futuro laboral estaba en el aire desde la clausura de las cocinas, instalaciones desde las cuales el hotel abastecía a los huéspedes de las habitaciones y los clientes de los restaurantes de las terrazas.

Según Grisoma hotelera S.L., la imposibilidad de utilizar las cocinas le hubiera obligado a prescindir a corto plazo de empleados con una antigüedad de entre 15 y 18 años.

«Los empleados sólo queremos seguir trabajando, conservar nuestros puestos de empleo», señaló la portavoz de la plantilla del hotel, Jacqueline Lagarcha, que trabaja en el hotel desde 2005.

«Desde 2009, estamos y seguiremos luchando. Siempre se ha mantenido abierto tras haber pasado muchas crisis y la pandemia del Covid. Si el hotel sigue estando en buenas condiciones es porque los trabajadores no nos hemos rendido», apuntó.