Sociedad

NeuroTEA, la asociación que busca visibilizar el autismo

La entidad antequerana trabaja para concienciar e integrar en la sociedad a las personas con Trastorno del Espectro Autista, a través de la información y de la sensibilización

Actualmente, la organización atiende a 25 familias en el municipio, con usuarios con edades desde los tres hasta los 30 años, además de a las más de 100 que hacen uso del recurso del asistente de aula en colegios de toda la provincia de Málaga

Un usuario de NeuroTEA en Antequera.

Un usuario de NeuroTEA en Antequera. / L. O.

NeuroTEA es una asociación integrada por familiares de personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) en Antequera que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con este tipo de trastornos, buscando su integración en la sociedad a través de la información y la sensibilización.

Actualmente, la entidad atiende a 25 familias que hacen uso de los servicios de logopedia, psicología y terapia ocupacional en la sede, a las que se suman las más de 100 que participan en el proyecto de asistente de aula en distintos colegios de la provincia.

«Desarrollamos todo tipo de acciones encaminadas a la mejora de la calidad de vida de las personas con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) y sus familiares. Además, también queremos favorecer la integración de los niños con trastorno del espectro del autismo dentro de la comunidad escolar y de su entorno social en general».

NeuroTEA ofrece apoyo educativo en los centros escolares a través del asistente de aula y cuenta con un servicio de intervención terapéutica grupal a través del taller de habilidades sociales y comunicación, terapias en contexto natural y terapias individuales en la sede, así como actividades de ocio y tiempo libre, entre otras.

«Atendemos a las familias presencialmente o telefónicamente. Los usuarios acuden de dos a tres veces en semana a recibir terapias en sala y también hay salidas en contexto». Y es que la integración de las personas con espectro autista y su conexión con el entorno, tal y como indican desde la asociación, es primordial para romper barreras y estereotipos. « Buscamos conseguir una mayor comprensión de este trastorno y apoyar a estas personas para mejorar su acceso a la educación y al empleo y, sobre todo, conseguir el compromiso de los organismos para hacer efectivos los derechos de las personas con TEA», defienden.

En los últimos años, según explica Fátima García, secretaria de la asociación y madre de uno de los usuarios del centro, han aumentado los casos de autismo, diagnosticándose uno por cada 100 nacimientos. «Ahora se detecta más pronto ya que la comunidad médica y los educadores tienen hoy más herramientas y mayor conocimiento para identificarlo. Por ello, es fundamental que la sociedad disponga de las herramientas necesarias para conocer la realidad del autismo».

Sobre los principales signos de alerta para su detección, Fátima García expone que, pese a que en cada persona se manifiesta de una forma diferente, el contacto ocular y la falta de respuesta a su llamada son los más evidentes. «El contacto ocular es lo más evidente, así como la ausencia o retraso del lenguaje». Además, hay otros comportamientos que pueden alertar, como la falta de interés hacia los demás, los movimientos repetitivos o la dificultad para adaptarse a situaciones nuevas. «Cuando hay acumulación de varios de estos signos sintomáticos, los profesionales de la infancia deben orientar a los padres hacia un especialista».

Por ello, desde NeuroTEA, que atiende a personas de edades comprendidas entre los tres y los 30 años, piden más recursos para las familias, tanto a nivel educativo como social, que les ayude a romper con el estereotipo que identifica a las personas con TEA de manera equívoca. «Yo, como madre de un niño con autismo, pido a las administraciones más recursos, ya que es un proceso bastante duro y complicado que genera un deterioro y estrés bastante grande en la calidad de vida de la familia y, sobre todo, de los niños», confiesa. Fátima García destaca como algo primordial las ayudas para las familias que no puedan costearse un equipo profesional. «Se tienen que hacer efectivos los derechos de las personas con TEA, sobre todo en educación y empleo».

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