Las sombras

No hay cremas para las arrugas que producen las sombras. La mejor manera de contrarrestar la connotación negativa de las sombras es mudarse a una ciudad con terral. Salimos de las sombras para abrazar el mar. Pero las echamos tanto de menos que alquilamos sombrillas.

En la batalla de las sombras, la mejor arma es la linterna. Fotografiamos a nuestras sombras porque son más estilizadas. Quien roba sombras, atesora secretos. El ladrón de sombras lleva antifaces de luz. Que te asombren de noche es un pleonasmo. Luminoso oficio inventar sombras. Las sombras que nos asolan. La sombra es el último yo al que culpar. En la oscuridad, somos el reflejo de nuestra sombra. Cuando los cuervos parten es como si las sombras alzaran el vuelo

Las sombras se iluminan cuando les dedicamos un poema. No son sombras porque las veas. Son sombras porque en ellas no ves. Es pretencioso decir que nos acechan las sombras. En realidad, nadie nos espera.

Arrojar sombras sobre un poema y que te quede luminoso. Asolar un ejército de sombras. Nuestras sombras van con nosotros por si acaso sale el sol.

Cuando acabamos un día de juerga, si nuestras sombras han intimado continúan ellas la farra. Para ser la sombra de lo que fui, tuvo algún día que rozarme la luz del éxito.

Convertirte en la sombra de la persona amada. Y entonces defraudarla. Por imitarla en lugar de complementarla.

El príncipe azul tiene sombra celeste. No hay mejor sensación de inmortalidad que cuando la sombra del tren te atraviesa. La sombra del ciprés es alabada. Una novela río: Sombras sobre el Hudson. Las sombras de ojos son el abrigo de tu mirada. La penumbra es la prima pobre de la sombra. La penumbra es la luz invadida de pesimismo. Una sombra borracha se va con cualquiera que le prometa la luz. El muerto que proyecta sombra está aún un poco vivo. No muere nuestra sombra si ponen nuestro cadáver al sol. El eclipse es una sombra lunática. La risa de un niño cuando le hacemos sombras chinescas.

Suscríbete para seguir leyendo