Opinión | En corto

Con la pata quebrada (versión varón)

Para qué vamos a engañarnos, aunque no haya censura y se escriba en un medio tan liberal como éste, uno no cuenta todo lo que piensa, pues ni se puede perder de vista el gusto del lector ni la llamada corrección política, cada día más vigilante en según qué cosas. Escribir es un quebrado cuyo denominador es lo que se querría decir y el numerador lo que al final se dice, no vaya a ser. El celo de columnista aplicado a la actualidad me lleva a formar opinión, para luego verterla, sobre el asunto de la baja por regla dolorosa. Primero pienso una cosa, pues, me digo, seguro que puede llegar a ser de veras inhabilitante para el trabajo, y luego pienso otra, pues me digo que el dolor no mórbido e inobjetivable puede ser un portillo que acabe mal. Al final voy al quebrado, pongo un numerador bajo (el de los temas de alto riesgo) y me callo. Tampoco tiene por qué meterse uno en cada charco.

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