Opinión | Málaga solidaria

Laura Guillén*

Un derecho conquistado para las trabajadoras del hogar y cuidados

Llevamos años pidiendo la ratificación del Convenio sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, conocido como Convenio 189, que la Organización Internacional de los Trabajadores (OIT) estableció en 2011. A nuestros gobiernos les ha costado mucho trabajo, pero el pasado jueves todos los grupos parlamentarios lo ratificaron en el Congreso y por ello el 9 de junio de 2022 es un día histórico.

Este resultado trascendental es fruto de la lucha de todas las asociaciones de trabajadoras del hogar y cuidados de España: hemos exigido a nuestros ayuntamientos que instaran al Gobierno a su ratificación, ha habido muchas salidas a la calle, multitud de encuentros para ver la manera de convencerles de que hicieran algo que es de justicia. Presentamos la petición en los parlamentos de las comunidades autónomas, solicitamos entrevistas con los distintos ministerios… hasta que por fin el lunes 6 de junio representantes del colectivo se reunieron con la ministra de Trabajo para presentarle las demandas que creemos esenciales de cara a la ratificación del Convenio 189, su desarrollo normativo posterior y cumplimiento.

Entre estas demandas está la incorporación plena en el Régimen General de la Seguridad Social de las trabajadoras del hogar eliminando el sistema especial y el reconocimiento de este colectivo en el marco del Estatuto de los Trabajadores. También la eliminación de la figura del desistimiento, que supone una forma de despido libre e injustificado y la aplicación del régimen jurídico de la extinción del contrato bajo el artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores. Entre las peticiones también figura el reconocimiento de las enfermedades profesionales asociadas al sector y su incorporación a la protección de la Seguridad Social y al ámbito de la aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Con respecto a las trabajadoras de régimen interno, requerimos una mayor protección con mecanismos de control para garantizar los descansos, regular el régimen de pernocta, el salario en especie, el derecho a la privacidad, la intimidad y su bienestar. También es importante adoptar medidas específicas para garantizar inspecciones de trabajo eficaces que detecten situaciones abusivas.

Consideramos que el Estado es el que, en el marco de sus políticas públicas de cuidados, debe asumir el incremento en los costes para garantizar tanto el derecho al cuidado de todas las personas que lo necesitan, como unas condiciones laborales dignas en el trabajo del hogar. Es primordial fortalecer las políticas públicas de cuidados y apoyar a las familias con rentas más bajas que, ante la insuficiencia de recursos públicos, dependen de la contratación de una trabajadora de hogar para proveer de cuidados a las personas en situación de dependencia.

La reciente sentencia judicial del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que reconoció en febrero la existencia de discriminación a las trabajadoras del hogar en la legislación española al negarles el acceso a la prestación de desempleo, ha sido la que ha empujado al actual Gobierno a acceder a equiparar los derechos de estas trabajadoras con los del resto de asalariados.

Son más de 600.000 las trabajadoras del hogar y cuidados las que llevan décadas trabajando sin derecho a la prestación de desempleo, con despidos libres, con pensiones mínimas, sin prevención de riesgos laborales e, incluso, en situaciones de semiesclavitud, como es el trabajo en régimen interno.

Consideramos que la ratificación es «un derecho conquistado», pero creemos que hay que implicar a los ministros de Seguridad Social para que incluyan a las trabajadoras del hogar, aunque se encuentren en situación de desprotección administrativa. Y Hacienda que lo incluya en sus partidas. La ministra de Trabajo ha anunciado que la normativa que desarrollará la aplicación del Convenio 189 saldrá «rápidamente» para darles a las trabajadoras del hogar y cuidados todos los derechos en igualdad al resto de los trabajadores: desempleo, despido regulado y prevención del acoso sexual.

Tenemos claro que no vamos a parar hasta que el Senado lo ratifique, hasta que se publique en el BOE, hasta su aplicación. No bajaremos la guardia hasta que sea una realidad y las trabajadoras del hogar y cuidados tengan derecho a cotizar para el desempleo y logren otras derechos. Una vez más hemos demostrado que no solo sabemos exigir, sino también plantear propuestas y que sean escuchadas.

-*Guillén es voluntaria de Málaga Acoge. Portavoz de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Granada e impulsora de la Plataforma de Trabajadoras del Hogar y Cuidados de Málaga

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