Cartas de los lectores

Verónica Landa Vargas

Málaga, 'la ciudad de los mamotretos'

Poco puedo añadir al artículo que ha escrito el Sr. Matías Mérida, solo decir como malagueña que me entristece que con todo lo que ha sido y es Málaga, al final se la conozca como «la ciudad de los mamotretos».    Deseo puntualizar para que quede claro que a la vista está lo poco que importamos a nuestros representantes, ¿acaso han pedido nuestra opinión a la hora de construir semejantes mastodontes en nuestra preciosa y abierta bahía desde siempre en nuestra Málaga?    Si vienes por mar ves la costa y esa alegría al ver al fondo el pico de nuestra Catedral, esa alegría de playas; si vienes por aire lo que ves es la bahía y esos preciosos montes abrazándola. Qué se verá ahora? Habrá que estar ciego para no ver los dichosos rascacielos, por llamarlos de alguna manera. ¿O el famoso hotel en el morro que necesita por lo visto Málaga, con la inversión de algún jeque? No les importamos un comino ni nuestras opiniones, ya que ni preguntan, ni nuestro dinero pues disponen de nuestros impuestos como les viene en gana. Les da miedo si preguntan, por si hay algún malagueño tan solo que prefiera la construcción de esos mamotretos en vez de unas zonas verdes, parques donde se puedan realizar todo tipo de actividades y centros deportivos y culturales públicos, donde podamos disfrutar todos, no sólo los de alto poder adquisitivo.    Y hablando de esto, a ver si se ponen de acuerdo sobre donde se encuentra Marbella.    Según los últimos artículos periodísticos, la Marbella del centro se va a encontrar en el Puerto deportivo de lujo que van a hacer en la playa de San Andrés para que los turistas madrileños, marbellíes o de donde sean, que me da igual, puedan acceder al AVE y al Centro en 10 minutos. Si tanto quieren acercarla, ¿por qué no construyen de una vez trenes que acerquen a todos los pueblos de esa parte de la costa en pocos minutos a Málaga y de los que se beneficiarían todos los ciudadanos aunque no tengan alto poder adquisitivo?    O se encuentra en las viviendas de lujo que van a construir en málaga oeste exclusivos como los de Marbella, para los compradores muy ricos que no desean estar en lugares masificados como es Málaga este.    «Y se quedan tan tranquilos» cuando lo dicen. Ahora se dan cuenta que es la parte de Málaga más masificada. Para construir las torres no debe serlo, para construir el puerto deportivo tampoco. ¿En qué quedamos? ¿Dónde está Marbella y quién quiere que Málaga se convierta en Marbella o Madrid? O ¿por qué hay que traerlos hasta aquí? Y si tienen que construirlos por pantalones, al menos que repartan sus construcciones. ¿Qué interés puede haber en construir esos mamotretos y el puerto deportivo de lujo en la zona más masificada de Málaga? Se escapa a mi comprensión.    Me encanta mi ciudad, me gusta vivir en Málaga, con su historia, su paisaje, su costa, sus playas, su recogidito centro histórico... Solo hace falta que nuestros representantes, los que nosotros pagamos, nos pregunten qué queremos antes de gastarse el dinero europeo o no en construir mamotretos, hoteles, torres que no necesitamos ni queremos, que lo primero que demuestran es lo poco que les importamos los ciudadanos de a pie.    Se supone que trabajan en beneficio de todos los ciudadanos, que deben cuidar y apoyar la ciudad para que crezca en bienestar para todos los barrios del este y del oeste, del norte y del sur, que se adelanten en convertir a Málaga para que sea de verdad una ciudad sostenible. Que no es cuestión de cambiar los contenedores, es cuestión de que todos los barrios masificados como La Luz, La Paz, Las Delicias, San Andrés, La Unión, La Isla, Puerta Blanca, Dos Hermanas etc, etc, tengan los parques y árboles que se merecen, que Málaga tenga de una vez las desaladoras que se necesiten, que los malagueños podamos acceder gratuitamente, si queremos a las alternativas eléctricas... Son tantas las cosas por construir en nuestra querida Málaga que me duele que lo que quieran construir sean los dichosos mamotretos a toda costa por encima de nuestras necesidades y deseos.