Cartas de los lectores

Jimena Sánchez Calderón

Elegir

Desde los tiempos más remotos de la humanidad el ser humano ha tenido ante sí la posibilidad de ELEGIR que, con frecuencia, se reduce a unos instantes.   Así, durante cada segundo de las 24 horas del día, la persona tiene el desafío de decidir entre las cosas más simples cómo por ejemplo: que ropa ponerse para ir a trabajar o de paseo, que canal o serie prefiere ver en la tele, o si asiste a un determinado espectáculo o evento.   Pero, también entre las cosas más complejas, como que carrera universitaria emprender, ser o no padres, cambiar de trabajo, ir de vacaciones a la montaña o playa, y mudarnos de piso o ciudad, entre otras.   Cierto es que dificultan a veces a las tomas de decisiones definitivas el miedo al fracaso, la falta de confianza para resolver los problemas, el temor a no estar a la altura de las circunstancias, la dependencia constante de otras personas, la falta de madurez, y el temor a los resultados.   Las elecciones realizadas pues, nos van conduciendo a dónde estamos ahora, por lo que antes de realizarlas, se recomienda encarecidamente tanto el definir claramente el objetivo de adonde se quiere llegar, como el centrarse en la información de la que se dispone.     En consecuencia y tal como dijo Nelson Mandela, presidente sudafricano universalmente respetado y que lideró los movimientos contra el apartheid, que «tus elecciones reflejen tus esperanzas, no tus miedos».