LA SEÑAL

La jajaganda

Vicente Almenara

Vicente Almenara

Otro día que vencemos el terror del espejo matutino aunque, eso sí, ya sé de muchos que van a dejar de pagar el piso ahora mismo en la zona centro de Málaga, pero van a seguir viviendo en él sin desembolsar un euro, y las casas que se van a okupar, claro, aunque estas no me las adelantan los malhechores. Desde luego, no es la inquilina del boss en Pozuelo la morosa, esa sí paga, por la cuenta que le trae, no le vayan a mandar a Bolaños, que el tipo entra aunque no le inviten. Este asunto, el de la propiedad -artículo 33 de la Constitución- va a generar una violencia digna de la vitrina de las violencias españolas, que no son pocas, pero sí bestiales. Mira que, en Francia, las protestas por la edad de jubilación no son nada pacíficas, con cientos de heridos de la guerrilla/terrorismo urbano de los hijos putativos de Robespierre, Carlos Marighela y otros con pólvora en los bolsillos. Pero Spain is different, amigo, muy different. Te digo solo dos sucedidos: violó a dos señoras, cambió de género y entró en una prisión de mujeres con su sonrisa de siempre. O la niña violada por seis menores, que se ve obligada a abandonar Badalona, no los menores, of course. Se (trans)mutan víctimas y verdugos.

Por aquí abajo, sin novedad en el frente. Confirman la condena al tuitero que publicó mensajes humillantes sobre el pobre Julen. La Audiencia Provincial de Málaga desmontó uno a uno sus subterfugios, menos mal, porque a los niños ya les atacan masivamente los malos, y con ensañamiento, desde otros ángulos de la sala oscura.

Y esto, inaudito, sin que los sindicatos protesten contra Sánchez en la cita anual que, va de suyo, es de darle caña al gobierno, a cualquier gobierno que no sea de Kim Jong-un y epígonos, y es que es de mal nacidos no ser agradecidos.

Pero lo que de verdad me preocupa es que con la excusa de la jajaganda -un término que acaban de reinventar entre el Departamento de Seguridad Nacional del general Ballesteros y el CNI, aunque proviene de un letón teórico de la OTAN- controlen a los opositores del Gobierno español cosa que, por otra parte, ya se hacía desde siempre, como confesó aquel general de la Guardia Civil en la célebre rueda de prensa de la pamdemia. La jajaganda es la puesta en valor de la befa, la mofa y el escarnio como armas de propaganda política, pero solo las de Putin, las otras, no, por favor, a ver dónde vamos a ir a parar. La desinformación siempre es la del otro, lo nuestro es información de la buena, la fetén. Como no sabemos lo que es una guerra, afortunadamente, pues pasa lo que pasa; lo decía George Orwell, la ignorancia es la fuerza. Y es que el virus les sirvió para cerrar el Parlamento, y la invasión de Ucrania por los rusos para vigilarnos mejor con la excusa de que el Pisuerga pasa por Valladolid, ya te digo. Para eso están los apparatchik, sino ¿de qué vivirían?, subiría el paro, y eso nunca, no dejaremos a nadie atrás, decían, como al soldado Ryan, un poner. Bueno, Juanma sí ha dejado atrás a Javier Arenas, que no es poco, casi nada, y Abascal a Macarena y a Ortega, y así todos. El presente político se construye sobre las tumbas de quienes llegaron antes que tú a creerse que eran alguien. Se lo digo a unos amigos que vienen a verme a la caseta de Algorfa en la Feria del Libro. Y si tienes mucha piedad, que no es lo frecuente, se practica esa máxima de que si no puedes decir nada bueno de alguien, mejor que no digas nada. Por eso, cuando no veas a fulanito en el índice onomástico del jefe, que sepas que ha muerto, políticamente, que se me entienda. Todo lo demás es, de tejas abajo, pensamiento mágico, ganas de engañar al personal que, a su vez, hace lo que puede con el prójimo. No hay otra. Pedro Antonio de Alarcón daba fe:

Al fuego lento de tus ojos frito,

tengo en mi corazón verano eterno:

tú, en las neveras de constante invierno,

guardas, Inés, un alma de granito.

Yo me acerco a tu hielo y no tirito,

ni las llamas mitigo de mi infierno:

tú llegas de mi alma al hogar tierno

y en sus ascuas tu nieve no derrito.

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