Al azar

Sánchez doblega a Ana Rosa, y qué

Pedro Sánchez con Ana Rosa Quintana.

Pedro Sánchez con Ana Rosa Quintana.

Matías Vallés

Matías Vallés

Prescindir de Ana Rosa es uno de los síntomas de que no todo está perdido, aunque también ayuda vacunarse del Hormiguero. Liberarse de los Premios Planeta, caracterizados por su redacción «mimamámemima», es otro signo alentador. Y si no piensas volver a ver más películas de superhéroes, puede hablarse de rehabilitación. En esta secuencia, nunca perdonaré a Pedro Sánchez que me haya obligado a conectar con Telecinco, aunque solo sea por un prurito profesional. Se exagera la gira de despedida de la telebasura por el esfuerzo que supone para el presidente del Gobierno, se olvida que la vitola de La Moncloa legitima espacios que deberían ser condenados por siempre a sus adictos habituales.

Si se trata de presumir, la traducción de audiencia a votos es una de las falacias mejor instaladas, salvo que te llames Donald Trump. Tal vez alguien pueda explicar qué beneficios ha extraído Miguel Ángel Revilla de su treintena de intervenciones en El Hormiguero, para un total de más de cien millones de telespectadores. Según los resultados del 28M, esta sobreexposición fue tóxica para el presidente de Cantabria, que disparaba con su campechanía global la animadversión de sus paisanos. De acuerdo con el ejemplo español más conspicuo, el entreguismo a la telebasura acelera la pérdida del poder. En el otro extremo del espectro, ¿conocen a alguien más ubicuo mediáticamente en su esplendor que el decaído Gabriel Rufián?

Una crítica teatral de referencia contenía el breve texto de «Anoche se estrenó el montaje Tal y Tal, ¿por qué?» Es el balance más ajustado de la tournée del presidente del Gobierno para denunciar el «trailer de una película de terror» que advierte en la coyunda PP/Vox, como si los votantes de ambas opciones no hubieran elegido la alianza precisamente por las emociones irresistibles que comporta. Sánchez ya se había desembarazado de Motos y Évole en sendas faenas de aliño. El martes repitió faena para doblegar a Ana Rosa. ¿Y qué?

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