En corto

«Extraños compañeros de cama»

Pedro de Silva

Pedro de Silva

En tiempos del ahora llamado tardofranquismo, pongamos entre 1965 y 1975, las dos grandes familias del régimen, entonces la Falange y el Opus Dei, se zurraban de lo lindo en su lucha por el poder. La cabeza más visible del sector falangista era Manuel Fraga, y la del Opus Laureano López Rodó. Hubo enormes escándalos por efecto de denuncias de una a otra, como el caso Matesa, pero tal vez haya habido acciones u omisiones subterráneas, nunca aclaradas, de calado incomparablemente mayor. Viniendo los dos de esa lucha a muerte entre clanes políticos sorprendió a todos la alianza entre Fraga y López Rodó para concurrir en 1977 a las primeras elecciones democráticas. Fraga limitó la explicación a una frase, de origen discutido: la política hace extraños compañeros de cama. Es curioso que esa práctica de pactar con el enemigo se vea tan rarísima en democracia.

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