Don Quijote en los atriles de la OFM

El tercer abono de la Filarmónica de Málaga enlazaba con la propuesta del abono pasado en la retrospectiva planteada por el maestro José María Moreno en torno a lo español y España como trasfondo musical. Para la ocasión el podio del conjunto estuvo ocupado por la batuta invitada del director catalán Josep Caballé Domenec que se enfrentó a un programa denso, complejo y con bastante sustancia sobre las figuras de Roberto Gerhard y su estética hispánica, la reivindicación de la obra de Enric Casals para concluir con la ensoñación del Ingenioso Hidalgo de R. Strauss. Y todo junto al violoncello de Jan Vogler y la viola solista del maestro Razvan Cociodar.

R. Gerhard alumno de A. Schoenberg y responsable de la introducción del dodecafonismo en nuestro país, presenta en su ballet Don Quijote el acomodo teórico-estético del dodecafonismo y su visión de lo hispánico desde un punto de vista formal pero al descender al plano interpretativo el maestro Josep Caballé hizo brotar entre los atriles la dualidad entre la realidad representada por Sancho Panza y la ensoñación a través de los ojos del personaje cervantino. Partitura de intenso ánimo biográfico en la que Gerhard vuelca sus reflexiones sobre lo catalán y lo hispánico, tema que por otro lado será recurrente a lo largo de su catálogo.

Lectura medida y precisa la señalada por el maestro Caballé con una especial atención al trabajo entre secciones como evidencia la forma de presentar a los personajes, la dualidad de lo real y lo onírico y finalmente el cuidado de la emisión por otro lado, una de las constante en el desarrollo de todo el abono. Música de cierta exigencia hacia el auditorio que demandaba una escucha activa, fuera de la zona de confort y sensible a la estética musical del aún hoy desconocido R. Gerhard.

Coincidiendo con el primer registro fonográfico del Concierto en Fa Mayor de Enric Casals por Sony Classical y publicado este mismo año, este tercer abono sirvió para reunir de nuevo la batuta de Caballé y el cello de Jan Vogler sobre un escenario poniendo en valor la factura artística de una página de absoluta referencia e injustamente obviada. En lo interpretativo destaca en primer lugar el cello de Jan Vogler que en todo momento hizo alarde de dominio técnico con momentos de gran intensidad y un conjunto muy plegado a las exigencias del solista. Destacar el tono lírico del tiempo central tras un primer tiempo agitado y cambiante. Llegados al tiempo conclusivo el relato se apacigua adoptando un ánimo sensual y evocador gracias al trabajo de maderas y unas brillantes cuerdas.

El poema sinfónico Don Quijote de R. Strauss ocupó toda la segunda parte del concierto erigiéndose en la batuta de Josep Caballé en todo un ejercicio de dirección pero también orquestal al considerar el trabajo realizado por los profesores de la OFM. Partitura estructurada en diez variaciones y una introducción sobre la que el compositor austríaco presenta su propia visión del personaje de Don Quijote enlazando con las aportaciones de otros compositores precedentes y ahondando en la figura del tema y variaciones.

Programa con bastante enjundia e inclinado hacia la reflexión de la complejidad de lo español.