La Libreta del Duque de Chantada

El duro camino de Ben McLemore III

Ben McLemore en su etapa en los Lakers.

Ben McLemore en su etapa en los Lakers. / L. O.

Mel Otero

Mel Otero

Ben nació en la casa más pequeña de Wellston Avenue, en una de las comunidades urbanas más pobres del estado de Missouri. Un poco menos de 56 metros cuadrados donde vivía su madre, Sonya Reid, con sus 6 hijos. Un hogar donde había noches que dormían hasta 10 personas. La casa solo tenía una cama de tres patas, la cuarta se había roto y era sustituida por una montaña de libros. Su padre era una leyenda de una famosa cancha local «The Spectrum», donde la apodaban «Donkey Kong».

Tan rápido en la cancha como a la hora de evadir su responsabilidad de padre. Abandono a su familia cuando Ben era un niño. Su madre trabajaba por las noches en la limpieza del Brusch Stadium, el lugar donde juegan los San Louis Cardinals de la MLB. Su hermano mayor Keith realizaba trabajos ocasionales para traer dinero a casa, pero no era suficiente. Cuando tenía 15 años, su hermano y referente Keith, entró en prisión.

El hambre es una constante en su infancia como le cuenta a Kevin Jairaj en un reportaje de USA Today. Se despertaba sabiendo que no había comida en casa y que no llegaría en los próximos días. Recuerda haber pasado uno o dos días sin comer.

Ben y su hermano pequeño Kevin cortaban césped, recogían basura por el barrio para ganar unos dólares y poder comer algo. El dinero que su madre traía a casa a veces había que utilizarlo para pagar los gastos. Cupones de alimentos a cambio de luces encendidas y agua caliente. «Sientes esos dolores del hambre. Te duele el estómago. Te enfadas con todo el mundo. Es muy malo». Las comidas gratuitas del colegio eran muchos días su único sustento.

La falta de fuerza y energía no le impidió destacar en «The Spectrum» y sobresalir en la High School. Una prueba con la Universidad de Kansas provocó que el mítico Larry Brown se fijara en él, e incluso lo llegara a comparar con Danny Manning. «Danny era un poco así. No se daba cuenta de los grandioso que era. Había que recordárselo todo el tiempo».

Su carrera deportiva en Kansas fue espectacular y fue elegido con número 7 del draft de 2013, muy por delante de Antetokoumpo, Larkin, Gobert o Lorenzo Brown, por poner algunos ejemplos. Después de jugar casi 600 partidos en la NBA, este año decidió dar el salto a Europa. Comenzó la temporada con el AEK de Atenas de Joan Plaza y ahora ha llegado al Breogán de Lugo, rival este sábado del Unicaja en una nueva jornada de la Liga Endesa, para tratar de salvar a los lucenses del descenso a la Liga LEB Oro. Es su mejor anotador y jugador.

Ben exhibe sus heridas de vida como tatuajes en su cuerpo. Los nombres de su madre y sus hermanos, las palabras «Hermanos» y «Guardián». Una imagen de la tierra. La mitad es una pelota de baloncesto, la otra mitad un mapa, con el arco Gateway en St. Louis.

A Ben le quedan muchos partidos por jugar y por ganar, pero el más importante ya lo ha ganado. Darle a su familia una vida lejos de las penurias de su infancia. Un circulo que se cerraba el 4 de julio de 2015 cuando Wellston Avenue, la calle donde nació, pasó a llamarse Ben McLemore III Place en su honor.

McLemore y Rob Gray hacen al Breogán un equipo mucho más fuerte de lo que era hace un mes. La situación agónica de los lucenses en la tabla, entrenados por el excajista Veljko Mrsic, provocará un difícil partido este fin de semana para el equipo de Ibon Navarro en el siempre complicado Pazo dos Deportes. El Unicaja, si gana, dormirá el sábado como líder de la Liga Endesa. Carpe Diem…