Cofradías

Dolores de San Juan: Una estación de penitencia truncada por la lluvia

A pesar de haber acortado su itinerario, Dolores de San Juan tuvo que finalizar su recorrido y salvaguardarse en el interior de la Catedral

Isabel Cisneros

Isabel Cisneros

A las 19.04 horas suena la puerta de San Juan y sale la Cruz Guía para abrir camino al cortejo procesional. Con un cambio de recorrido por la amenaza de lluvia, la Archicofradía perdió este año su tradición de pasar por las Hermanitas de la Cruz.

Desde calle San Juan, la Archicofradía busca calle Sagasta para entrar en Recorrido Oficial en el lugar que dejó la Cofradía del Amor. El Santísimo Cristo de la Redención avanza a los sones de ‘Stabat Mater Dolorosa’ de la mano de una capilla musical, que es lo único que se escucha, además de los varales de los tronos. Tras la sección del Cristo, sale Nuestra Señora de los Dolores, sobria y elegante con un sencillo adorno floral de claveles blancos. Otro de los sonidos que acompaña a la imagen es una saeta y el movimiento de los inciensarios y en menor medida, las indicaciones de los capataces del trono. Parece que el público no supiese el carácter que envuelve a la Hermandad, ya que al término de la saeta, empieza a aplaudir y el propio cortejo es el que pide silencio.

Algo que llama la atención es el grupo de monaguillos que acompaña a los titulares. Aunque se trata de niños muy pequeños, mantienen el silencio y la compostura que caracteriza a la Archicofradía. Dolores de San Juan consiguió llegar a la Catedral, pero solo hasta ahí. Su estación de penitencia tuvo que finalizar en el interior de la Catedral por el inicio de la lluvia. En los primeros minutos, la comitiva no tuvo claro qué hacer, por lo que cubrieron el manto de Nuestra Señora de los Dolores con un plástico, ya que su intención era “salir lo antes posible hacia San Juan”. Finalmente, tuvieron que quedarse en el trascoro de la Catedral de Málaga para salvaguardarse de la lluvia, que con el paso de los minutos, iba aumentando la intensidad.